Caracas, 24 sep (RHC) El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y sus aliados del Gran Polo Patriótico retornan hoy a la Asamblea Nacional (parlamento en desacato) como parte de los esfuerzos por la convivencia pacífica en el país.
A raíz de los acuerdos parciales firmados por el Ejecutivo y diversas organizaciones opositoras, este martes se incorpora al ente legislativo los diputados afines al Gobierno de Nicolás Maduro, en pos de dar continuidad a los puntos acordados en la Mesa de Diálogo Nacional instalada la semana anterior, destaca Prensa Latina.
El primer mandatario venezolano precisó en una alocución pública que la propuesta de reincorporación atravesó por un proceso de evaluación y consulta dentro de las organizaciones integrantes del bloque bolivariano, en función de establecer un debate democrático dentro de la instancia parlamentaria.
'Llevaremos propuestas a la Asamblea Nacional a ver si hay entendimiento con algunos sectores para sacarla del desacato constitucional ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ); vamos a dar ese paso, hacia el diálogo y hacia la paz', subrayó el jefe de Estado.
El máximo ente judicial reiteró en varias ocasiones el asalto al estado de Derecho y a todos los poderes públicos del Parlamento, órgano que se encuentra en desacato desde 2016 por irregularidades en la elección de tres de sus integrantes y cuyos actos son absolutamente nulos.
Desde el seno del Legislativo de mayoría opositora se emitieron en los últimos meses diversos decretos sin sustento legal, como la aprobación del retorno de Venezuela al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), denunciado por las autoridades como un intento de legitimar una intervención en el país.
Basado en el argumento de que la Asamblea Nacional constituye el único poder legítimo y en virtud de una aberrante interpretación de la Constitución, el 23 de enero de 2019 el diputado golpista Juan Guaidó se autoproclamó presidente encargado de la nación, con apoyo de Estados Unidos y sus aliados internacionales.
Con el fin de encontrar una salida negociada a la crisis política existente en el país sudamericano, la víspera sostuvieron un nuevo encuentro representantes del gobierno y la oposición, con el fin de avanzar en los nuevos acuerdos parciales de la Mesa de Diálogo Nacional.
El vicepresidente de Comunicación, Cultura y Turismo, Jorge Rodríguez, informó que la iniciativa contará con ocho instancias complementarias, las cuales rendirán informes para su presentación en un plazo de 20 días para el conocimiento y discusión del pueblo venezolano.
Entre los temas que se abordarán se encuentran el poder electoral, las garantías para futuros comicios y la representación proporcional, así como el estudio de casos por remitir a la Comisión de la Verdad, Justicia, Paz y Atención a las víctimas de la violencia política.
La soberanía e integridad territorial, los puntos relacionados con la producción nacional y las medidas coercitivas impuestas por Estados Unidos formarán parte de los debates, de conjunto con la mesa de equilibrio institucional y político, que revisará asuntos como la convivencia entre los poderes públicos y la Asamblea Nacional Constituyente.
Temas asociados a los derechos fundamentales de la sociedad, los partidos políticos y movimientos sociales se incluyen también en las negociaciones, a las cuales 'estarán convocadas las fuerzas vivas de Venezuela que quieran sumarse a esta jornada de diálogo nacional', aseveró el ministro de Comunicación e Información.
El primer mandatario venezolano precisó en una alocución pública que la propuesta de reincorporación atravesó por un proceso de evaluación y consulta dentro de las organizaciones integrantes del bloque bolivariano, en función de establecer un debate democrático dentro de la instancia parlamentaria.
'Llevaremos propuestas a la Asamblea Nacional a ver si hay entendimiento con algunos sectores para sacarla del desacato constitucional ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ); vamos a dar ese paso, hacia el diálogo y hacia la paz', subrayó el jefe de Estado.
El máximo ente judicial reiteró en varias ocasiones el asalto al estado de Derecho y a todos los poderes públicos del Parlamento, órgano que se encuentra en desacato desde 2016 por irregularidades en la elección de tres de sus integrantes y cuyos actos son absolutamente nulos.
Desde el seno del Legislativo de mayoría opositora se emitieron en los últimos meses diversos decretos sin sustento legal, como la aprobación del retorno de Venezuela al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), denunciado por las autoridades como un intento de legitimar una intervención en el país.
Basado en el argumento de que la Asamblea Nacional constituye el único poder legítimo y en virtud de una aberrante interpretación de la Constitución, el 23 de enero de 2019 el diputado golpista Juan Guaidó se autoproclamó presidente encargado de la nación, con apoyo de Estados Unidos y sus aliados internacionales.
Con el fin de encontrar una salida negociada a la crisis política existente en el país sudamericano, la víspera sostuvieron un nuevo encuentro representantes del gobierno y la oposición, con el fin de avanzar en los nuevos acuerdos parciales de la Mesa de Diálogo Nacional.
El vicepresidente de Comunicación, Cultura y Turismo, Jorge Rodríguez, informó que la iniciativa contará con ocho instancias complementarias, las cuales rendirán informes para su presentación en un plazo de 20 días para el conocimiento y discusión del pueblo venezolano.
Entre los temas que se abordarán se encuentran el poder electoral, las garantías para futuros comicios y la representación proporcional, así como el estudio de casos por remitir a la Comisión de la Verdad, Justicia, Paz y Atención a las víctimas de la violencia política.
La soberanía e integridad territorial, los puntos relacionados con la producción nacional y las medidas coercitivas impuestas por Estados Unidos formarán parte de los debates, de conjunto con la mesa de equilibrio institucional y político, que revisará asuntos como la convivencia entre los poderes públicos y la Asamblea Nacional Constituyente.
Temas asociados a los derechos fundamentales de la sociedad, los partidos políticos y movimientos sociales se incluyen también en las negociaciones, a las cuales 'estarán convocadas las fuerzas vivas de Venezuela que quieran sumarse a esta jornada de diálogo nacional', aseveró el ministro de Comunicación e Información.
Rodríguez subrayó que la voluntad de esta iniciativa por la concertación nacional gira en torno a mantener una posición inquebrantable de apego al diálogo, a la búsqueda de acuerdos para mantener la paz, a pesar de las amenazas provenientes de sectores extremistas de la derecha venezolana.
Los partidos opositores firmantes del acuerdo se deslindaron de esa ala extremista de la derecha con un liderazgo construido a base de músculo mediático y apoyo internacional-, que promovió agresiones de carácter político y económico, conspiró en el embargo de los activos del país en el exterior e incluso protagonizó un conato de golpe de Estado.
En opinión del periodista y comunicólogo uruguayo Aram Aharonian, director del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico, la Mesa de Diálogo Nacional entre el Gobierno y parte de la oposición parece ser un paso realista en la búsqueda de soluciones a la crisis venezolana.
'Rompe el imaginario colectivo instalado por Estados Unidos y los medios hegemónicos sobre una polarización entre el gobierno constitucional y un universo opositor que se suponía lideraba Juan Guaidó, alegando supuestas mayorías', señaló el experto en artículo publicado en el portal Alainet.org.
Precisó que con este acuerdo, el Gobierno logró el reconocimiento del universo opositor, lo que le saca validez a los alegatos de ilegalidad disparados desde Estados Unidos, Colombia y la Organización de Estados Americanos.
'Lo que ha quedado cuestionada es precisamente, la legalidad de Guaidó y su presunto liderazgo. Y su credibilidad, tras las fotos con narcotraficantes y paramilitares colombianos que, rápidamente, los cartelizados medios hegemónicos se esforzaron en invisibilizar', indicó.
Los partidos opositores firmantes del acuerdo se deslindaron de esa ala extremista de la derecha con un liderazgo construido a base de músculo mediático y apoyo internacional-, que promovió agresiones de carácter político y económico, conspiró en el embargo de los activos del país en el exterior e incluso protagonizó un conato de golpe de Estado.
En opinión del periodista y comunicólogo uruguayo Aram Aharonian, director del Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico, la Mesa de Diálogo Nacional entre el Gobierno y parte de la oposición parece ser un paso realista en la búsqueda de soluciones a la crisis venezolana.
'Rompe el imaginario colectivo instalado por Estados Unidos y los medios hegemónicos sobre una polarización entre el gobierno constitucional y un universo opositor que se suponía lideraba Juan Guaidó, alegando supuestas mayorías', señaló el experto en artículo publicado en el portal Alainet.org.
Precisó que con este acuerdo, el Gobierno logró el reconocimiento del universo opositor, lo que le saca validez a los alegatos de ilegalidad disparados desde Estados Unidos, Colombia y la Organización de Estados Americanos.
'Lo que ha quedado cuestionada es precisamente, la legalidad de Guaidó y su presunto liderazgo. Y su credibilidad, tras las fotos con narcotraficantes y paramilitares colombianos que, rápidamente, los cartelizados medios hegemónicos se esforzaron en invisibilizar', indicó.
(Prensa Latina)