Naciones Unidas, 25 sep (RHC) El presidente colombiano, Iván Duque, repitió, este miércoles, sus ataques contra Venezuela y el jefe de Estado Nicolás Maduro, elegido democráticamente para un segundo mandato en mayo de 2018.
Así lo hizo durante varios minutos en su intervención en el 74 período de sesiones de la Asamblea General de Naciones Unidas, pese a que al iniciar su discurso apuntó que Colombia apuesta por un orden internacional basado en el multilateralismo, la solidaridad y la autonomía.
Además, insistió en vincular al gobierno venezolano con grupos criminales y narcoterroristas, lo cual ha sido negado en reiteradas ocasiones por Caracas al asegurar, por su parte, que Duque mantiene una relación directa con el narcoparamilitarismo.
Hago un llamado para que dentro del marco del derecho internacional y de los instrumentos del multilateralismo, le devolvamos a Venezuela su democracia, su libertad', dijo Duque, cuyo gobierno es uno de los principales impulsores de la aplicación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca contra Venezuela, un mecanismo que contempla el uso de la fuerza militar.
El mandatario habló de lo que a su juicio es una crisis migratoria en ese país sudamericano, pero omitió referirse a los miles de colombianos que huyen de sus hogares como consecuencia de la violencia, una cifra que Naciones Unidas ubicó en 118 mil en el año 2018.
También mencionó el compromiso con lo que denomina construcción de paz con legalidad, en momento en que varias voces abogan por la implementación integral del Acuerdo de Paz firmado en 2016 entre el Estado y la exguerrilla FARC-EP.
El mandatario, cuyo Gobierno ha sido criticado por la falta de garantías reales para la seguridad de los exguerrilleros en proceso de reincorporación, insistió en que 'le hemos cumplido a quienes escogieron el camino de la legalidad'.
En un contexto marcado por los asesinatos y amenazas contra excombatientes y líderes sociales, así como por los llamados constantes a una presencia integral del Estado en los territorios, dijo que la violencia encuentra soporte en las economías ilegales basadas principalmente en el narcotráfico.
El jefe de Estado se refirió a lo que considera logros de su gestión en la lucha contra el narcotráfico, mientras su Gobierno ha sido cuestionado por apostarle más a la erradicación forzosa y a la dañina fumigación con glifosato que a la estrategia de sustitución voluntaria de cultivos ilícitos, reflejada en el Acuerdo de Paz.
Asimismo, afirmó que el más grande de los retos actuales es el cambio climático y sus consecuencias, aseveración que se produce en momentos en que no hay una decisión definitiva sobre un eventual uso de la polémica técnica del fracking en Colombia y en medio de críticas a las metas de deforestación.