La Habana, 3 nov (RHC) Nicolás Maduro Moros, Presidente de la República Bolivariana de Venezuela dedicó sus palabras del Encuentro Antimperialista de Solidaridad, por la Democracia y contra el Neoliberalismo al Comandante en Jefe de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz y al presidente Hugo Chávez Frías.
“Donde está Raúl, está Fidel”, afirmó en la clausura, con sede en la capital, que una nueva y potente ola antineoliberal se levanta en América Latina y el Caribe.
En su discurso repasó, con visión de futuro, el pasado y presente de la región, y en ese recuento estuvo, claro está, el Comandante Fidel, siempre en la primera trinchera de combate, como lo ha estado en la inteligencia, la fuerza, el espíritu de esta cita unitaria en La Habana, en busca de alternativas al capitalismo salvaje.
Recordó que fue también en la Cuba revolucionaria y en el propio Palacio de Convenciones de La Habana que se gestó la primera respuesta al modelo neoliberal, aquellas épicas batallas contra la deuda externa de los países en desarrollo, lideradas por Fidel, en un esfuerzo por despertar al mundo e iluminar el camino.
El Presidente venezolano destacó que resulta emocionante ver al pueblo de Chile rebelarse, porque fue ese país laboratorio y el golpe contra el Presidente-mártir, Salvador Allende representó el comienzo de la aplicación, del modo más brutal, de ese modelo de exclusión, privatización, desigualdad, injusticia y saqueo.
Y no es solo Chile quien despierta, es una insurgencia general de los pueblos contra el Fondo Monetario Internacional y sus recetas, contra el neoliberalismo, significó.
En este viaje en el tiempo, Maduro habló, asimismo, de lo que significó para las izquierdas la caída del Muro de Berlín, el desplome del campo socialista y la desintegración de la Unión Soviética, y destacó que, entonces, también fue Cuba la que mantuvo vivo el fuego, con su ejemplo de resistencia frente a un doble bloqueo y en medio de enormes dificultades y carencias.
Señaló que vino luego una etapa de grandes cambios, que inauguró Venezuela, con la llegada al Palacio de Miraflores de Hugo Chávez Frías y una Revolución Bolivariana profundamente humanista, latinoamericanista, solidaria, llegada para reafirmar que otro mundo sí es posible, que se puede construir un modelo alternativo, una sociedad que garantice los derechos sociales, políticos, económicos, culturales y de todo tipo a todos los seres humanos.
Nuestra región vivió a partir de entonces un momento de esplendor, con la llegada al poder de líderes revolucionarios y progresistas, como Evo Morales en Bolivia, Daniel Ortega en Nicaragua, Néstor Kirchner y Cristina Fernández en Argentina, Lula da Silva y Dilma Rousseff en Brasil, y José Mujica y Tabaré Vázquez, en Uruguay, rememoró.
El golpe de Estado a Manuel Zelaya en Honduras, el golpe parlamentario contra Fernando Lugo, en Paraguay, el impeachment contra Dilma, fueron muy duros golpes, como lo fue la victoria de Macri en Argentina, el encarcelamiento de Lula, para impedirle ganar las elecciones y, sobre todo, la temprana muerte de Chávez, líder indiscutible de este tiempo histórico, afirmó.
A tan compleja situación sumó el acoso a la Revolución Bolivariana, incluso desde la administración de Barack Obama, y el recrudecimiento del genocida bloqueo contra Cuba, y al respecto dijo que han sido duros tiempos, tiempos de férrea resistencia, al cabo de los cuales empieza a configurarse una situación nueva, alentadora.
Mencionó tres frentes de combate abiertos, el primero, los países de la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), con Cuba, Venezuela, la Nicaragua sandinista, la Bolivia de Evo Morales, el indio Evo, así lo llamó, que va a resistir y a triunfar, porque tiene el apoyo mayoritario de su pueblo, de Nuestra América y del mundo.
Al anterior sumó un frente progresista, antineoliberal, encabezado por el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador y el recién electo Alberto Fernández, en Argentina, y mencionó un tercero, de resistencia y lucha de los movimientos populares, en países como Brasil, Ecuador, Colombia y Chile, que irán abriéndose su propio camino.
Tres frentes, sí, que hay que unir, articular en el discurso y la acción, rompiendo barreras, campañas, conjuras, que tratan de dividirnos para que unos y otros no nos podamos encontrar y hallar juntos el camino, insistió Maduro en este mensaje unitario a los pueblos, apasionado y a la vez reflexivo.
En América Latina y el Caribe somos hermanos de raíz, de sangre, tenemos un destino común, pero ese destino hay que labrarlo y habrá que hacerlo con mucha valentía, como nos enseñaron nuestros próceres y esos dos gigantes, Fidel y Chávez, insistió.
Nuevos aires soplan, tengamos fe y optimismo, que ha llegado el tiempo histórico de las ideas antineoliberales, y tengamos la unión, fuerza y espíritu suficientes para seguir empujando, seguros de la victoria, concluyó el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela.
Desde aquí acompañamos la insurgencia de los pueblos contra el neoliberalismo y el modelo de exclusión, resaltó el presidente venezolano, Nicolás Maduro, al intervenir en la clausura de un evento solidario en La Habana.
El mandatario venezolano mostró su solidaridad con pueblos como el chileno que se levantaron contra las políticas excluyentes del capitalismo y llamó a construir un proyecto alternativo profundamente humanista y revolucionario.
En el capitalino Palacio de Convenciones, Maduro alabó la rebelión de las fuerzas revolucionarias en la región que luchan por procesos sociales distintos a la “dominación imperialista”.
Después de una férrea resistencia, hoy podemos decir que empieza con fuerza una nueva situación geopolítica en la región, expresó Maduro.
Reflexionó al respecto que actualmente existen tres frentes de resistencia: el del Alba con Cuba, Nicaragua, Bolivia, Venezuela y los países caribeños; el progresista con los presidentes de México, Andrés López Obrador y el electo en Argentina, Alberto Fernández.
El tercer frente, a juicio del estadista venezolano, es el de los movimientos populares que permanecen en las calles de Chile, Perú, Ecuador, Brasil y otros países.
En otro momento condenó ante los asistentes al Encuentro Antimperialista de Solidaridad, por la Democracia y contra el Neoliberalismo los esfuerzos de la derecha para desestabilizar países como Bolivia, Cuba y Nicaragua.
Sobre Bolivia específicamente, comentó que hay una derecha contaminada con los odios del racismo y trasmitió una felicitación del presidente Evo Morales a los participantes a la cita solidaria que sesionó desde el viernes pasado en esta capital.
Maduro apuntó que el ultimátum del líder opositor Luis Fernando Camacho para que Morales renuncie en 48 horas “no es contra Evo, sino contra los pueblos originarios de Bolivia”.
El jefe de Estado sudamericano recordó igualmente el esfuerzo del líder de la Revolución cubana, Fidel Castro, por “iluminar el camino” cuando comenzaba a imponerse el modelo de pensamiento único dictado desde el Fondo Monetario Internacional.
Fue Cuba la que convocó al mundo a debatir y desenmascarar los mecanismos de dominación económica, política, cultural que se manifestaban en varias regiones, comentó.
En un momento de su discurso calificó como una vergüenza la decisión del presidente salvadoreño, Nayib Bukele, de expulsar a diplomáticos venezolanos.