París, 14 nov (RHC) El movimiento de los Chalecos Amarillos en Francia continuó este jueves con sus convocatorias en las redes sociales para realizar, en unos días, protestas en su primer aniversario de creado.
En las manifestaciones se recordará el 17 de noviembre de 2018, cuando decenas de miles de personas marcharon por el país con el particular atuendo amarillo para rechazar el alza del impuesto al combustible decretada por el presidente Emmanuel Macron, quien retiró la medida al calor de las protestas.
Desde entonces, por 52 sábados consecutivos chalecos amarillos han salido a las calles, con los más diversos argumentos, que incluyen el reclamo de renuncia del primer mandatario, el repudio a la ley de educación, el proyecto de reforma a la jubilación y la violencia policial, entre otros puntos.
El movimiento de los Chalecos Amarillos asegura ser pacífico, y acusa a la policía por el uso injustificado de la fuerza en las manifestaciones, en las que cientos de personas han resultado heridas y mutiladas por el empleo de gases lacrimógenos, balas de defensa y granadas de dispersión.
Por su parte, médicos y personal sanitario de los hospitales públicos de Francia iniciaron una jornada de huelga para exigir al gobierno más recursos y sacar al sistema de salud de la grave situación en la que se encuentra.
Médicos de urgencias, cirujanos, anestesistas, enfermeras y cuidadores, incluso decanos y estudiantes, se movilizaron hoy en una “huelga de emergencia” para salvar los centros de salud públicos que desde hace meses solo se mantienen por la abnegada dedicación de los empleados, tras años de constantes recortes presupuestarios.
El colectivo Inter-Hospitales, que reúne a cerca de 300 centros en todo el país, convocó esta protesta apoyada por todos los sindicatos y sectores profesionales, alcanzando un nivel de movilización sin precedentes, y cuyas demandas principales son el aumento de los salarios, la contratación de más profesionales y el incremento de camas de hospital, en notable descenso en los últimos años.
La ministra de Sanidad, Agnes Buzyn, prometió presentar en los próximos días un “plan de apoyo”, centrado en mejorar la inversión actual y revalorizar los salarios, especialmente al inicio de la carrera, a pesar de que sus dos anteriores medidas no sirvieron para mejorar la grave situación en la que se encuentra el sector público.
Por su parte el presidente de la Federación de Hospitales de Francia (FHF), Frédéric Valletoux, pidió sacar a los hospitales de la lógica económica de mercado, y recordó que en los últimos 15 años se han recortado de sus presupuestos unos 10 000 millones de euros.
Por ello, Valletoux pidió al presidente Emmanuel Macron “valentía política” y actuar con urgencia para salvar los hospitales y desbloquear una cantidad mayor de los 300 millones de euros presupuestados para el próximo año, que permita dotarlos de los medios necesarios.