Washington, 19 nov (RHC) El presidente estadounidense, Donald Trump, amenazó con aumentar los aranceles impuestos a productos chinos si finalmente fallan los esfuerzos de los dos países por lograr el acuerdo comercial que negocian desde hace meses.
Tengo una buena relación con China, veremos qué sucede. Estoy muy feliz ahora. Si no hacemos un trato con China, simplemente subiré los aranceles aún más, expresó el mandatario este martes durante una reunión de su gabinete en la Casa Blanca.
'Mira, China tendrá que hacer un trato que me guste. Si no lo hacen, eso es todo. ¿De acuerdo?', añadió el gobernante republicano, quien desató una guerra comercial con el gigante asiático que provocó críticas de miembros de su propio partido político, grupos empresariales y analistas.
De acuerdo con la publicación The Hill, es probable que este nuevo comentario de Trump afecte a los mercados y genere todavía más cuestionamientos sobre la capacidad de su administración para asegurar un acuerdo comercial con Beijing.
El mandatario norteamericano anunció en octubre que las partes habían alcanzado la 'fase uno' de un pacto, pero aún no ha sido finalizada ni firmada por ninguna de las dos naciones.
A partir de este entendimiento, la Casa Blanca canceló un alza tarifaria que preveía aplicar a partir del 21 de octubre sobre bienes chinos valorados en 250 mil millones de dólares al año, mientras el gigante asiático aceptó comprar productos agrícolas de la nación norteña por valor de 50 mil millones de dólares.
Se esperaba que Trump y su homólogo chino, Xi Jinping, rubricaran ese pacto preliminar en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico que debía realizarse el pasado fin de semana en Chile, pero ese evento fue cancelado debido a la situación política en la nación sudamericana.
Mientras se consideran ubicaciones alternativas para firmar el acuerdo, reportes de prensa indican que aún quedan obstáculos para concretar la fase uno, la cual se centra en servicios financieros, agricultura y algunos problemas de propiedad intelectual.
Con menos de un año para que se realicen elecciones presidenciales en las que buscará su reelección, diversas fuentes señalan lo importante que resulta para Trump asegurar el acuerdo comercial entre las dos principales economías del mundo.
En medio de todas las críticas que ha recibido por su polémica política arancelaria, el jefe de la Casa Blanca insiste en que China paga por el incremento de tarifas y eso beneficia a las arcas estadounidenses, pero economistas sostienen que el costo realmente recae sobre las compañías y consumidores norteamericanos.
Un estudio divulgado este mes por la coalición de grupos comerciales Tariffs Hurt the Heartland señaló que consumidores y empresas estadounidenses desembolsaron en total 38 mil millones de dólares adicionales en gravámenes desde que comenzaron los enfrentamientos con China en febrero de 2018 y hasta septiembre último.
Unos 60 grupos de derechos civiles llamaron hoy al presidente estadounidense, Donald Trump, a despedir a su asesor Stephen Miller, tras reportes que lo vinculan a ideas nacionalistas blancas y una retórica antiinmigrante.
En una carta enviada al jefe de la Casa Blanca las organizaciones -encabezadas por la Conferencia de Liderazgo sobre Derechos Civiles y Humanos- manifestaron que Miller 'representa la supremacía blanca, el extremismo violento y el odio, todas las ideologías que son antitéticas a los valores fundamentales que guían nuestra democracia'.
A los partidarios de los supremacistas blancos y los neonazis no se les debe permitir en ningún nivel de gobierno, y mucho menos en la Casa Blanca, añadió la misiva, la cual indicó que la reciente exposición de su racismo profundamente arraigado 'proporciona una prueba más de que no es apto para servir y que debe abandonar inmediatamente su cargo'.
Los grupos manifestaron que en su papel de asesor principal de la mansión ejecutiva, su avance de la ideología nacionalista blanca ha dado lugar a políticas y actos violentos, que perjudican activamente a los inmigrantes, las personas de color y las comunidades marginadas.
Estas políticas incluyen el veto contra países musulmanes, los esfuerzos para poner fin al programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, una prohibición para evitar que las personas transgénero se enrolen en el ejército, y la separación de familias inmigrantes en la frontera sur, denunciaron.
Hasta que despida a Stephen Miller y a todos los que promulgan el fanatismo, y hasta que abandone la agenda de anti-derechos civiles de su administración, continuará siendo responsable de la violencia alimentada por ese odio, dijeron las organizaciones a Trump.
De ese modo, grupos como la Liga Antidifamación, el Centro de Derecho y Política Social y la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color se unen a diversas figuras del país que en los últimos días pidieron la renuncia de Miller.
Esos llamados surgieron luego de que la semana pasada el Southern Poverty Law Center (SPLC, Centro Legal para la Pobreza Sureña) difundió un reporte sobre cientos de correos filtrados por Katie McHugh, antigua escritora del portal web conservador Breitbart, quien mantuvo correspondencia con Miller en 2015 y 2016.
Como parte de esa correspondencia, el ahora asesor de Trump y promotor de las políticas migratorias instó a que Breitbart aumentara la cobertura de crímenes cometidos por personas hispanas y no blancas.
Según el SPLC, en el período previo a las elecciones de 2016, Miller trató de promover el nacionalismo blanco, las ideas de la extrema derecha y la retórica antiinmigrante a través de esa página digital.