México, 28 nov (RHC) El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, insistió acerca de la prioridad de su gobierno en eliminar la corrupción, de arriba a abajo, pero admitió que eso lleva tiempo.
En el Palacio Nacional asumió que se trata de una tarea larga, permanente y bien difícil hacer que baje ese mal comportamiento del servidor público y lograr que acepte y cumpla que no debe ni puede extorsionar ni ningún otro acto de corrupción.
No obstante lo complicado de ese objetivo, el mandatario dijo que tiene indicios de que ya la actitud de los servidores públicos ha empezado a cambiar abajo, hay un ambiente distinto.
Pero más que por las modificaciones a la constitución lo que esta primando en el cambio de actitud es que se está dando un ejemplo distinto en el gobierno.
Algunos transportistas consideran que ha empezado a cambiar la actitud de la policía caminera, de tránsito, y ya mucha gente no se deja extorsionar.
Elogió a los ciudadanos que asumen esa actitud y a todos los servidores en especial la policía de camino, que se alejan de la extorsión. No obstante, adelantó que están por aprobar una ley de confianza ciudadana para quitar inspectores en establecimientos comerciales.
Cuando se apruebe, los dueños jurarán bajo protesta decir la verdad en sus declaraciones fiscales las cuales serán consideradas manifestaciones legales de los propietarios de los establecimientos y empresas, en lugar de inspectores.
También habló de la batalla contra la corrupción en las aduanas y en migración, sobre todo en la larga frontera de México con Estados Unidos donde más se concreta la extorsión y otros ilícitos que enturbian y afectan la imagen del país en el exterior.
Francisco Garduño, comisionado del Instituto Nacional de Migración, confirmó las apreciaciones del mandatario y habló de los trabajos que se hace en su entidad para sanearla.
También dio detalles de las operaciones y el despliegue policial que se está realizando en estos momentos en las carreteras que unen a esta nación con Estados Unidos en numerosos puntos de la frontera común, ante la avalancha de mexicanos residentes que regresan a su país a pasar el fin de año.