Washington, 29 nov (RHC) El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, visitó La Florida después de regresar de Afganistán, donde sostuvo intercambio con las tropas de su país en donde anunció el reinicio de negociaciones de paz con el movimiento Talibán.
Desde el aeropuerto en Miami, Trump se trasladó en automóvil a su residencia de Mar-a-Lago, de la cual salió en silencio el miércoles por la noche para realizar el viaje, su primero a Afganistán.
“Los talibanes quieren llegar a un acuerdo, y nos estamos reuniendo con ellos”, expresó en suelo afgano el mandatario, quien también se reunió con su homólogo de la nación visitada, Ashraf Ghani.
“Nos quedaremos hasta el momento en que tengamos un acuerdo, o tengamos una victoria total”, añadió el jefe de la Casa Blanca, más de dos meses después de haber anunciado una cancelación de las conversaciones.
En la breve estancia en Afganistán, Trump compartió una tradicional cena con las tropas norteamericanas a propósito del Día de Acción de Gracias ayer en Estados Unidos, posó para fotografías y realizó algunos comentarios de celebración hacia el Ejército.
Pero su visita tuvo, además, una dimensión política importante, mientras hay una encrucijada para Afganistán y la presencia militar allí, después de que Trump interrumpió con enojo el diálogo con los talibanes en septiembre, apuntó el diario The New York Times.
Después de la cena, Trump conversó con Ghani, y antes de partir de regreso se dirigió a unos 1500 soldados en la base aérea de Bagram, donde se jactó de los éxitos militares estadounidenses contra Al Qaeda y el Estado Islámico, y sugirió que los talibanes, y no él, están ansiosos por llegar a un acuerdo de paz.
Asimismo, agregó que ahora los talibanes están dispuestos a aceptar un alto el fuego, un tema de discusión en las conversaciones anteriores y algo en lo cual ha insistido el Gobierno de Ghani.
Trump reafirmó su deseo de reducir de 14 mil en la actualidad, según fuentes públicas, a unos ocho mil 600 el número de soldados estadounidenses en Afganistán, aunque no ofreció detalles de ese proceso.
El mandatario no ha logrado una disminución significativa de la presencia en Afganistán, donde los norteamericanos se desplegaron tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York para dar inicio a la que ha sido la guerra más larga en la historia de Estados Unidos.
Ese conflicto bélico costó la vida de más de dos mil 200 miembros del servicio norteamericano y dejó más de 20 mil heridos, de acuerdo con datos del Departamento de Defensa.