Buenos Aires, 4 feb (RHC) El ministro de Defensa de Argentina, Agustín Rossi, defendió el reclamo de su país sobre las Islas Malvinas, territorio usurpado por Gran Bretaña, tras calificar ese acto de coloniaje inadmisible.
Afirmó Rossi que la presencia británica en ese territorio, y convertirla casi en una fortaleza militar, no está relacionada con la pesca y explotación hidrocarburífera; sino con la ubicación geoestratégica de ese estrecho y sobre la Antártida.
El titular argentino reivindicó el papel jugado por mecanismos como la Unión de Naciones Suramericanas y su Consejo de Defensa, que permitió una importante relación multilateral en la zona.
El titular de la cartera de Defensa señaló que incluso cuando se discute la cuestión de Malvinas en Naciones Unidas ni siquiera Estados Unidos vota en contra de Argentina, se abstiene.
En su diálogo con ese medio, Rossi también reivindicó el papel que jugó en su momento mecanismos como la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y su Consejo de Defensa, que permitió una importante relación multilateral en la región.
Subrayó que el Consejo funcionaba mucho y permitía tener un marco de relacionamiento multilateral con las Fuerzas Armadas y los ministerios de Defensa de todo el continente, cosa que hoy no existe, remarcó.
Citó como ejemplo el papel de Unasur en aquel intento de golpe al entonces presidente Rafael Correa cuando se convocó a todos los mandatarios de los países de la región y se ratificó la vigencia de la democracia en Ecuador.
“Ese es el camino que nosotros tenemos que recuperar hacia el interior de América Latina. La posición de nuestro presidente (Alberto Fernández) es recuperar lo mejor de la tradición diplomática argentina que es el multilateralismo, la no intervención y el respeto por la autonomía de cada uno de los países”, sostuvo.
Por otro lado, se refirió al fenómeno que ha ocurrido en los últimos meses en la región con cierto nivel de protagonismo de las Fuerzas Armadas, involucradas en la vida política de los países.
Citó como ejemplo el caso del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, con un vicepresidente militar, con ministros que responden directamente a las Fuerzas Armadas o Bolivia, generando el golpe de Estado contra Evo Morales.