Moscú, 14 feb (RHC) El presidente ruso, Vladimir Putin, y su similar ucraniano, Vladimir Zelenesky, abordaron por teléfono las posibilidades de una reunión del Cuarteto de Normandía, para buscar una solución al conflicto en Donbass.
Ambos estadistas abordaron el cumplimiento de los compromisos pactados en la Declaración Final de la cumbre del referido grupo en París, integrado por Rusia, Francia, Alemania y Ucrania, el pasado 9 de diciembre, señaló un reporte de la presidencia ucraniana, citado por la televisión capitalina.
Kiev afirma que en la plática telefónica se trató la posible liberación de prisioneros y de ciudadanos ucranianos detenidos por Rusia.
El pasado miércoles, se cumplieron cinco años de la firma de los llamados acuerdos de Minsk-2, que fueron una continuidad de un Protocolo y Declaración aprobados en septiembre de 2014, con participación de los jefes de Estado de Rusia, Ucrania y Alemania.
La avenencia, como luego lo confesó el propio exmandatario Piotro Poroshenko, evitó la continuación de una ofensiva en Donbass contra las tropas gubernamentales ucranianas, las cuales cayeron en un bolsón organizado por los rebeldes.
Aunque Poroshenko afirma que entonces era necesario frenar una acción bélica de fuerzas de ocupación rusas, los generales ucranianos de esa época en todo momento mencionaban a los 'separatistas' como responsables de ese cerco militar al que fueron sometidas las fuerzas ucranianas.
Kiev asumió en diciembre pasado compromisos emanados del Comunicado Final de la cumbre de París, incluido el cese inmediato de hostilidades, el intercambio de prisioneros y la separación de fuerzas en la línea de confrontación.
Los dos primeros puntos fueron puestos en práctica por Ucrania de forma relativa, antes de finalizar 2019, como estaba previsto, pero la separación de fuerzas nunca se realizó en dos nuevas localidades de Donbass.
Al menos 13 mil personas murieron en el conflicto en el sureste ucraniano, de acuerdo con datos de la ONU. De entre esas víctimas, las autoridades rebeldes identifican a más de seis mil 500 civiles.
En abril de 2014, el gobierno instalado en Kiev, tras un golpe de estado dos meses antes, lanzó una operación de castigo contra la población sublevada en las regiones de Donetsk y Lugansk, en la zona hullera de Donbass, de mayoría rusoparlante.
Los rebeldes se opusieron al golpe de estado y formaron grupos de defensa para impedir la toma de edificios administrativos por grupos paramilitares ultranacionalistas, como mismo ocurrió en otras provincias ucranianas, y demandaron mantener el ruso como segundo idioma oficial.
Kiev intenta presentar esa confrontación como una guerra, donde Rusia participa como nación ocupante de Donbass, mientras Moscú desmiente la presencia directa de sus tropas en ese conflicto y recuerda que no aparece en ningún documento como una de las partes de la confrontación.