Río de Janeiro, 5 may (RHC) El exministro de Justicia y Seguridad Pública de Brasil, Sérgio Moro, acusó al presidente Jair Bolsonaro de querer el control de la Superintendencia de la Policía Federal en Río de Janeiro, luego de divulgarse la confesión que hizo a la policía el pasado sábado 2 de mayo.
El exministro aseguró a los agentes que, a principios de marzo pasado, el presidente le envió un mensaje por celular: "El mensaje tenía más o menos el siguiente contenido: 'Moro, tú tienes 27 superintendencias, yo solo quiero una, la de Río de Janeiro", según consta en el informe sobre el interrogatorio, adelantado este martes por la cadena CNN.
Las 27 superintendencias, que supuestamente mencionó Bolsonaro, se refieren a los 27 estados del país, y de entre todos ellos el líder ultraderechista tendría un especial interés en Río de Janeiro, donde él y sus hijos forjaron su carrera política.
Cuando presentó su renuncia, a finales de abril pasado, Moro ya dijo que el presidente quería cambiar al director general de la Policía Federal y que también tenía interés en hacer cambios en las superintendencias de la policía en Río de Janeiro y en Pernambuco (noreste).
En su declaración a los agentes, que se prolongó durante más de ocho horas, Moro repitió en varias ocasiones que no acusó a Bolsonaro de ningún delito, y que eso corresponde a los investigadores, según consta en el informe.
El exministro remarcó que la competencia de nombrar a los superintendentes de los estados era del director general de la Policía Federal, en aquel entonces, Mauricio Valeixo, y que él como ministro nunca nombró a nadie ni fue consultado sobre nombramientos, remarcando que la policía actuaba con autonomía por su parte.
Cuando Bolsonaro sugirió cambiar al director de la policía en Río de Janeiro, Moro lo llegó a consultar con Valeixo, pero este dijo que si había que atender al presidente él se vería obligado a dejar el cargo, porque no estaba de acuerdo.
Mientras el presidente brasileño Jair Bolsonaro negó haber interferido para intentar controlar la Policía Federal y mandó a callar a varios periodistas que le preguntaban por la cuestión, según consta en un video que el presidente subió a sus redes sociales.
"¿Adónde está yendo el superintendente de [la Policía Federal] de Río? Para ser director ejecutivo de la Policía Federal, ¿lo estoy cambiando de lugar? ¿estoy ejerciendo influencia sobre la Policía Federal? Eso es una patraña. ¡Cállate la boca! No pregunté nada [cuando reporteros le preguntaron sobre si él había pedido ese cambio]", dijo Bolsonaro, visiblemente irritado.
Con esas declaraciones, Bolsonaro también confirmó la salida de la Superintendencia de Río de Janeiro de su actual director, Carlos Henrique Oliveira, que pasará a ser el director ejecutivo de la Policía Federal, el número dos de la institución a nivel nacional.
Este cambio se produce un día después de que Bolsonaro nombrara como nuevo director general de la Policía Federal a Rolando Souza.
El presidente negó que el cambio en la Policía de Río de Janeiro tenga relación con un eventual intento de proteger a sus hijos de eventuales investigaciones.
El líder ultraderechista remarcó que "ningún pariente" suyo está siendo investigado en Río de Janeiro y que eso es una "mentira" que la prensa replica todo el tiempo, "diciendo que mis hijos quieren cambiar al superintendente (de Río de Janeiro)".
En Río de Janeiro, la Policía Federal abrió una investigación para aclarar si uno de los hijos del presidente, el senador Flávio Bolsonaro, practicó blanqueo de dinero cuando era diputado en la Asamblea Legislativa de ese estado.
En Río de Janeiro también hay otra investigación en marcha sobre la citación del nombre del presidente en el caso Marielle, que investiga el asesinato de la concejala y activista carioca Marielle Franco.
Fuente: Sputnik