Beijing, 18 jun (RHC) China expresó hoy firme oposición a la promulgación de una ley en Estados Unidos que propone sanciones por supuesto abusos en la región autónoma uigur de Xinjiang, al remarcar los logros del plan antiterrorista aplicado allí.
El Ministerio de Relaciones Exteriores enfatizó en que los asuntos de esa zona no tienen nada que ver con derechos humanos, etnicidad o religión, sino que se enfoca en combatir la violencia y el separatismo, reporta Prensa Latina.
'El movimiento es una flagrante intromisión en las cuestiones internas de China', acotó, tras recordar que los centros establecidos en Xinjiang ofrecen capacitación y habilidades útiles para la vida de los residentes en esa región.
La llamada ley -añadió- calumnia deliberadamente la situación de derechos humanos en Xinjiang, ataca la política del Gobierno chino en la gobernanza, pisotea el derecho internacional y las normas básicas que guían las relaciones internacionales.
Además de la Cancillería, también manifestaron rechazo en esta jornada la Asamblea Popular Nacional (Parlamento) y el máximo órgano de asesores políticos del país asiático.
Este miércoles, el presidente estadounidense, Donald Trump, promulgó la citada norma, la cual endurece las restricciones a las exportaciones de tecnología presuntamente utilizada 'para oprimir la privacidad, la libertad y movimientos de cada individuo, así como otros derechos humanos'.
En reiteradas ocasiones, el Gobierno chino defendió los programas educativos desarrollados en centros de dicho territorio con fuerte presencia de musulmanes- para instruir en el dominio del idioma, conocimiento legal y técnicas profesionales a individuos instigados, vinculados, coaccionados y atraídos por actividades terroristas y extremistas.
Sin embargo, altos funcionarios y medios occidentales de prensa en los últimos tiempos divulgan materiales donde critican la apertura y funcionamiento de dichas instalaciones.
A fines de 2018, la Oficina de Información del Consejo de Estado (Gabinete) aseguró en un documento que protege y fomenta el desarrollo cultural de las distintas etnias que conviven en la región autónoma desde épocas antiguas.
De acuerdo con el texto, desde la fundación del país como República en 1949 se otorgó gran importancia a documentar y conservar las tradiciones y costumbres de esos grupos poblacionales, así como su transmisión de una generación a otra.
'El Gobierno chino ha fortalecido la transformación creativa y el desarrollo innovador, animado a estos grupos étnicos a aprender las lenguas hablada y escrita de otros, impulsado los intercambios y la integración, respetado su libertad religiosa y trabajado para desarrollar sus sectores culturales', indicó.
El denominado libro blanco también citó los esfuerzos por modernizar esas culturas nativas, estrechar los contactos con países extranjeros y fomentar su confianza mientras se estimula el aprendizaje mutuo entre ellos.
(Prensa Latina)