Santiago de Chile, 19 oct (RHC) Más de 25 mil manifestantes recordaron este domingo en Santiago de Chile el primer aniversario del levantamiento popular contra el gobierno neoliberal del presidente, Sebastián Piñera, rebelión ocurrida en el país latinoamericano entre el 18 de octubre de 2019 al 18 de marzo de 2020.
Las manifestaciones se concentraron desde la mañana en la emblemática Plaza de la Dignidad, antigua Plaza Italia, lugar donde se celebró el 25 de octubre de 2019 la llamada “manifestación más grande de la historia”.
Durante el día las manifestaciones se extendieron a diferentes puntos de la capital como Plaza Maipu, Plaza Baquedano, Parque Bustamante y las avenidas Alameda, Matta y Vicuña Mackena.
Algunas organizaciones denunciaron represión en algunos puntos de la jornada por parte de Carabineros, ante la situación los manifestantes crearon barricadas para contener el ataque policial.
Debido a que la mencionada rebelión popular se inició un viernes, desde el pasado 11 de septiembre, organizaciones políticas de izquierda y movimientos sociales convocan este día de la semana a manifestaciones en la Plaza Dignidad.
Producto de ello, la marcha de este domingo tuvo precedentes el viernes pasado, la cual, según organizadores de la misma, resultó ser una de las concentraciones más grandes desde el inicio de la cuarentena.
Los mencionados sucesos, tienen lugar a una semana de celebrarse el plebiscito convocado para el próximo 25 de octubre, en el cual la ciudadanía chilena decidirá si es necesaria una nueva Constitución para el país.
El plebiscito también decidirá la modalidad en que se redacte la nueva Carta Magna, si en Convención Mixta Constitucional, la cual estaría compuesta por ciudadanos electos y legisladores, o en una Convención Constitucional, compuesta solo por funcionarios del Gobierno nacional.
Sin embargo, se ha propuesto también el reclamo de una llamada Asamblea Constituyente Libre y Soberana, sin la presencia de los partidos tradicionales, en la cual los movimientos sociales, sindicales, estudiantiles y organizaciones políticas de la izquierda emergentes, redactarían una Carta Magna más radical.
(Telesur)