Trump anunció el lunes el despido del secretario del Departamento de Defensa de EE.UU. (el Pentágono), Mark Esper, y en su lugar nombró a Christopher C. Miller, director del Centro Nacional de Contraterrorismo (confirmado por unanimidad por el Senado).
El anuncio provocó un día después, la dimisión colectiva del subsecretario en funciones de Defensa para Política, James Anderson; el subsecretario de Defensa para Inteligencia y Seguridad, Joseph Kernan; y la jefa de Gabinete de la Secretaría de Defensa, Jen Stewart, según un comunicado del Pentágono publicado el martes.
Todos ellos fueron reemplazados por personas leales al presidente republicano. Anderson fue inmediatamente reemplazado por Anthony Tata, quien hasta ahora había trabajado en esa sección del Pentágono como funcionario de alto rango. Las funciones de Kernan las toma Ezra Cohen-Watnick, que hasta ahora había ejercido como secretario adjunto en funciones para los Conflictos de Baja Intensidad.
Stewart también será sustituida como jefa de Gabinete del Departamento de Defensa por Kash Patel, “un ferviente defensor de las causas del Gobierno de Trump”, de acuerdo con el diario The Wall Street Journal, que formaba parte del personal del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
La llegada de Patel al Pentágono, es un indicativo para algunos de que con él la Casa Blanca tenga un pie en la cúpula del Departamento de Defensa, pues el puesto de jefe de Gabinete de la Secretaría de Defensa es el cargo más importante reservado para los civiles en el Pentágono, porque es quien marca la agenda del secretario de Defensa.