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Madrid, 21 nov (RHC) La ministra de Asuntos Exteriores de España, Arancha González Laya, viaja a Senegal en el marco de una ofensiva diplomática con África occidental que busca frenar la incesante llegada de migrantes a este país europeo.
Desbordado ante la explosión de arribos de indocumentados a las islas Canarias, el Gobierno español reforzó su respuesta ante la presión migratoria que soporta desde hace semanas ese archipiélago del océano Atlántico. El objetivo de Madrid es fortalecer el control de las salidas de los países de origen y reactivar las repatriaciones interrumpidas por la pandemia de Covid-19.
Esta estrategia reproduce la utilizada durante la crisis migratoria en Canarias de 2006, cuando España firmó tratados de colaboración con naciones como Mauritania o Senegal para frenar el flujo de irregulares.
Precisamente, las cifras de esta oleada empiezan a recordar las de esa crisis (conocida como la de los cayucos), cuando llegaron más de 30 mil personas al archipiélago.
En lo que va de 2020, más de 17 mil inmigrantes fueron rescatados o arribaron por sus propios medios a Canarias tras desafiar las aguas del Atlántico en la peligrosa travesía desde la costa africana, una cifra más de 10 veces superior a la total registrada el año pasado.
González Laya se desplaza a Dakar, la capital senegalesa, un día después de entrevistarse en Ginebra con el director general de la Organización Internacional para las Migraciones, António Vitorino, y con el alto comisionado de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi.
'He pedido que nos ayuden a gestionar de manera humana y digna las llegadas a las Canarias, para respetar nuestros compromisos en materia de refugio y asilo, pero también para repatriar a aquellas personas que se encuentren en situación de irregularidad', subrayó al término de sus reuniones.
Para la jefa de la diplomacia española, es esencial que el Pacto Europeo de Migración y Asilo, objeto de negociación actualmente, consagre el principio de solidaridad y la responsabilidad compartida entre todos los estados miembros de la Unión Europea (UE).
Con el mismo propósito de la canciller, su homólogo del Interior, Fernando Grande-Marlaska, estuvo la víspera en Marruecos, punto de partida de la mayoría de las precarias embarcaciones que trasladan a miles de indocumentados al llamado viejo continente.
Según Grande-Marlaska, España defiende en la UE 'la necesidad de dar prioridad a la dimensión exterior en la política migratoria común y reforzar la cooperación con los países de origen y tránsito'.
Estos viajes se suman a los realizados recientemente por ambos titulares a otras naciones clave en el flujo migratorio como Mauritania, Túnez, Argelia, Chad o Níger. (Fuente:PL)