“En sentido de transparencia y compromiso con la patria, este mando garantiza el esclarecimiento de los hechos ocurridos en octubre y noviembre del año pasado, lo realizaremos sin escatimar trabajo y tiempo para dar con los responsables”, afirmó el martes el general César Vallejos, posesionado la misma jornada por Arce como nuevo comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.
Según el primer mandatario del país andino, este relevo militar se realizó por las demandas de los ciudadanos, pidiendo justicia por casi 30 víctimas mortales de la masacre de Senkata, ocurrida en 2019, durante protestas contra el gobierno de facto de Jeanine Áñez, y, de hecho, ingreso del país “en un franco proceso de pacificación, de armonía entre todos los bolivianos”.
El jefe de Estado instó a las nuevas autoridades militares que continúen “el proceso de reconstrucción de la confianza entre las Fuerzas Armadas y el pueblo boliviano”, volver a la lucha contra el narcotráfico y asistir dentro de su competencia a los planes de desarrollo económico, como hicieron durante los pasados gobiernos del expresidente Evo Morales (2006-2019), cuando Arce desempeñaba el cargo de ministro de Economía.