El primer ministro sirio, Husein Arnus, en una sesión parlamentaria, celebrada este domingo, subrayó que el Gobierno del presidente Bashar al-Asad está trabajando en el campo de petróleo y energía para satisfacer la demanda a pesar de las grandes presiones contra el país árabe en este ámbito.
Arnus denunció los ataques sistemáticos contra los petroleros que se dirigen a Siria pues fueron interceptados siete buques cisterna con ataques terroristas en alta mar.
Según Arnus, el caso más reciente fue ataques contra dos petroleros en las aguas del mar Rojo, que provocó un retraso de más de un mes en su llegada y resultó en el cese de la refinería de Banias, en la ciudad occidental de Tartus, y un déficit en gasolina y diesel.
En otra parte de su discurso, lamentó que los sirios todavía sufren las sanciones y medidas coercitivas unilaterales del Occidente, en particular EE.UU., lo que ha impuesto al pueblo sirio una realidad dolorosa.
Como ejemplo, se refirió a las sanciones de Estados Unidos contra Siria en virtud de la llamada “Ley César” que ha incluido todas las partes que tienen trato con el Estado sirio en todas partes del mundo, en especial las empresas de los países amigos, añadió.
Explicó que esa injusta ley estadounidense afecta las instituciones sirias vitales sin las cuales no se puede conseguir los artículos básicos como los alimentos y medicamentos. Tales embargos, prosiguió, van acompañados de los efectos negativos de la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19.
Las instituciones gubernamentales de Siria se están sumando todos sus esfuerzos con el objetivo de hacer frente a esas presiones, puntualizó.