Bogotá, 17 feb (RHC) En Colombia, algunos sectores han catalogado de "golpe de Estado parlamentario" la propuesta de extender por dos años más el periodo del gobernante Iván Duque, con el fin de aplazar las venideras elecciones presidenciales de 2022 y reprogramarlas para finales de 2023.
Originalmente, la primera vuelta presidencial en el país suramericano está prevista para mayo de 2022. Sin embargo, esta proposición de las federaciones colombianas de Municipios y de Departamentos, entes privados que agrupan a autoridades locales y regionales, plantea que se realicen unas megaelecciones regionales y parlamentarias en 2024.
Los actuales alcaldes y gobernadores colombianos fueron electos en octubre de 2019, por lo que corresponde elegir a las nuevas autoridades en 2023 para que se posesionen en enero de 2024. En cuanto a las legislativas, están previstas para marzo de 2022, por lo que con esta propuesta el periodo parlamentario también se prorrogaría por dos años.
El director ejecutivo de la Federación Colombiana de Municipios, Gilberto Toro, basa su propuesta en un tema de salud en medio de la pandemia.
En una entrevista a Semana, afirmó que los comicios de 2022 podrían causar un riesgo sanitario debido a que aún no estará vacunada la totalidad de la población.
Otro de los aspectos que plantea Toro es el económico. En su opinión, se necesita una "solución integral" para minimizar la cantidad de recursos que se destinan a las elecciones y que son necesarios para el plan de inmunización.
Según explica, una consulta popular tiene un costo de unos 450.000 millones de pesos (128 millones de dólares, aproximadamente), mientras que las elecciones parlamentarias y las presidenciales podrían valer cada una 120.000 millones de pesos (unos 343 millones de dólares).
"Nos cuesta mucha plata en un momento en que debemos enfocarnos en el derecho fundamental a la vida y a la salud de los colombianos", agregó.
Entre las reacciones a la propuesta de extensión del mandato de Duque se encuentra la del senador progresista Gustavo Petro, quien la calificó de "golpe de Estado parlamentario", argumentando que vendría del "núcleo duro del uribismo" y no de las asociaciones de autoridades municipales y departamentales.
Duque fue apoyado por una coalición uribista en las pasadas elecciones de 2018. En el partido derechista que dirige el expresidente Álvaro Uribe se había posicionado como posible abanderado Carlos Holmes Trujillo, el exministro de Defensa fallecido por covid-19. Tras su muerte, se reconfiguró la búsqueda de un presidenciable de ese movimiento político.
El exmagistrado José Gregorio Hernández Galindo escribió en su cuenta de Twitter que prolongar los períodos del presidente y el Congreso "sería inconstitucional" y una "forma de reelección presidencial" y de "autoreelección de los congresistas".
Si bien la reelección presidencial en Colombia estaba prohibida por la Carta Magna, en 2004, durante el Gobierno de Uribe, esa figura fue eliminada por el Congreso. Tanto el derechista como su sucesor, Juan Manuel Santos, fueron reelectos gracias a esa modificación. Sin embargo, en 2015, el Parlamento nuevamente suprimió la posibilidad de reelección en la 'Reforma de equilibrio de poderes y reajuste institucional'.
Esta proposición de extensión del mandato llega en un momento en que sectores opositores han criticado el manejo de la pandemia y de la seguridad en el país suramericano, ante el aumento de masacres y de asesinatos de líderes sociales y excombatientes acogidos al acuerdo de paz.
La víspera, el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) informó sobre el desplome de 6,8 % del Producto Interno Bruto (PIB). Este anuncio coincidió con la llegada de las primeras 50.000 vacunas a Colombia, en medio de señalamientos sobre el retraso del plan de inmunización adelantado por el Gobierno y la poca información que ha brindado sobre la compra de los fármacos.
(Russia Today)