El Gobierno en su conjunto debe mantener la neutralidad y acatar lo que dictamine el JNE. (larepublica.pe)
Lima, 3 jul (RHC) La cuenta regresiva para la proclamación de Pedro Castillo como presidente de Perú se aceleró hoy, tras oficializarse la negativa del Gobierno al pedido de la derrotada Keiko Fujimori de una auditoría internacional a la elección.
La proclamación está a la espera de que el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) fije la fecha del pronunciamiento, mientras debe terminar de procesar los reclamos fujimoristas sobre un supuesto fraude rechazados por la justicia electoral por falta de pruebas.
El ministro de Justicia, Eduardo Vega, respondió anoche a la solicitud de Fujimori que el presidente Francisco Sagasti -a quien ella había hecho el pedido- y el Gobierno en su conjunto consideran imposible atender su pedido porque deben mantener la neutralidad y acatar lo que dictamine el JNE.
Fujimori reaccionó irritada, acusando al mandatario tácitamente de falta de grandeza y de ser 'un presidente por accidente'.
El calificativo hizo alusión a que Sagasti fue designado por el Parlamento tras la caída del gobierno de extrema derecha de Manuel Merino, repudiado por una gran protesta social que exigía a un reemplazante ajeno a las bancadas parlamentarias que auparon a Merino.
'A pesar de esta gran decepción, nuestra lucha no se detiene', agregó Fujimori, dando a entender que continuará sus reclamos y su negativa a reconocer su derrota, como se evidenció en un plantón de un grupo reducido de seguidores frente al palacio legislativo, algo que muchos consideran estertores de una causa fracasada.
La frase de la hija del encarcelado Alberto Fujimori hizo sin embargo recordar sus reticencias a reconocer un revés similar hace cinco años, tras el cual su amplia mayoría parlamentaria desestabilizó al ganador, Pedro Pablo Kuczynski, neoliberal, hasta obligarlo a renunciar, a lo cual siguió una continua crisis.
Esta vez no tendrá mayoría congresal propia, pero podrá sumar fuerzas con bancadas de extrema derecha que como ella insisten en negar legitimidad al virtual presidente electo y predican también el anticomunismo, al extremo de alentar un posible golpe militar.
Fuerzas de centro, populistas o de derecha moderada, por otra parte, perfilan posiciones más razonables, como la congresista electa Flor Pablo, quien calificó de 'pataleta' (rabieta) antidemocrática la actitud de Fujimori y respaldó la respuesta gubernamental a sus afanes.
'Creo que la respuesta del Gobierno es lo que esperábamos quienes creemos en la democracia y nos declaramos demócratas', dijo, al pedir que el JNE proclame cuanto antes a Castillo como presidente.
Similar posición crítica contra la victoria del maestro rural planteó el vocero del partido Podemos, Carlos Anderson, y el jefe de la centroderechista Alianza para el progreso, César Acuña, quien aclaró que dos miembros de su partido activistas del supuesto fraude actúan a título personal. (Fuente:PL)