El viernes 20 de agosto, el Gobierno estadounidense, presidido por Joe Biden, anunció la imposición de un régimen de sanciones contra algunas firmas rusas por “participar en ciertas actividades o proveer ciertos servicios para posibilitar la construcción del gasoducto Nord Stream 2”, así como, contra dos ciudadanos y una embarcación, todos de origen ruso, implicados en el desarrollo del megaproyecto.
En una sesión informativa ante los medios, sostenida el lunes, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, aseguró que el país norteamericano está incumpliendo el derecho internacional, imponiendo embargos irrazonables hacia este proyecto.
“En cuanto al proyecto Nord Stream 2, la parte estadounidense, al introducir sanciones infundadas contra una cooperación normal entre dos Estados soberanos [Rusia y Alemania] guiándose por la legislación interna estadounidense, pisoteó el derecho internacional y las normas básicas de relaciones internacionales”, dijo Wenbin.