Primer ministro peruano, Héctor Valer.
Lima, 5 feb (RHC) El primer ministro peruano, Héctor Valer, anunció su renuncia al cargo, cuatro días después de jurar ante el presidente Pedro Castillo y en medio de una grave crisis política.
“Reconozco mi derrota”, dijo en una rueda de prensa al dejar la sede de la Presidencia del Consejo de Ministros, debido a que fue “ametrallado” por el mayor grupo mediático del país, en referencia a la revelación de un antecedente de violencia doméstica que dio pie al rechazo general a su nominación, y otros comportamientos negativos.
Negó la veracidad de esos señalamientos, dijo que volverá a su escaño parlamentario a “seguir luchando” por su honor y su verdad, y fustigó a las fuerzas de derecha y anticomunistas, como las que controlan el Parlamento.
Castillo anunció anoche, en medio del rechazo general a Valer, la decisión de volver a renovar el gabinete, debido a que el Parlamento se negó a recibir de inmediato al Primer Ministro y pronunciarse sobre su pedido de confianza ratificatoria.
El ex jefe de Gobierno Guido Bellido consideró lógico el retiro de Valer por el rechazo de las fuerzas políticas y señaló que el partido gobernante, Perú Libre, también lo impugnó por su posición derechista, algo que “nadie puede cambiar en 24 horas”.
Dijo que el presidente Castillo, para nombrar un nuevo gabinete, debe ceñirse al procedimiento establecido, es decir nombrar un Primer Ministro, que este le presente sus sugerencias de titulares, las trate con él y, una vez que definan la nueva composición, anunciarla.
Según Bellido, en este nuevo proceso el mandatario no se está ajustando al procedimiento indicado y eso puede llevarlo a nuevos traspiés.
Preguntado sobre el perfil del nuevo Primer Ministro, indicó que debe estar de acuerdo con la política general del gobierno, su enfoque y sus planes de trabajo; no debe tener problemas como los de Valer y debe estar muy vinculado a la población.
Bellido desestimó los reclamos de un premier ajeno a los partidos que encabece un “gabinete de ancha base”, es decir con representantes de diversos partidos.
De otro lado, la dirigente neoliberal Keiko Fujimori, en medio de la crisis, sostuvo que Valer y otros ministros cuestionados son el síntoma de un mal y el mal es Castillo, por lo que el Congreso debe vacarlo (destituirlo), lo que pretenden también otros grupos afines de extrema derecha y centro. (Fuente:PL)
