Contestatarios sentados en varias calles de Jerusalén que conducen al hemiciclo rociados con agua en un intento de desalojarlos.
Tel Aviv, 24 jul (RHC) La policía israelí empleó este lunes la fuerza para intentar dispersar las protestas en los alrededores de la Knesset (Parlamento), donde los legisladores votarán sobre un acápite clave de la polémica reforma judicial que impulsa el gobierno ultraderechista.
Televisoras nacionales mostraron a cientos de contestatarios sentados en varias calles de Jerusalén que conducen al hemiciclo mientras eran rociados con agua en un intento de desalojarlos.
La radioemisora pública Kan informó que un ciudadano fue herido en la cabeza tras recibir un golpe de un cañón de agua.
Para romper la protesta se lanzaron también gases lacrimógenos y se emplearon a policías a caballo fuertemente armados.
Según el Canal 12, al menos seis personas fueron arrestadas por las autoridades, incluido Moshe Radman, uno de los líderes de las marchas que sacuden desde hace meses a esta nación contra la reforma.
Tres más fueron detenidas también en Jerusalén por bloquear la entrada a la vivienda del ministro de Economía, Nir Barkat.
En las próximas horas se espera que los parlamentarios realicen la votación final sobre la llamada cláusula de razonabilidad, una decisión muy cuestionada por amplios sectores de la sociedad israelí.
El estándar de razonabilidad es una doctrina de derecho consuetudinario, que permite a la justicia israelí revisar y revocar decisiones gubernamentales.
La iniciativa es clave en la reforma que impulsa el primer ministro Benjamin Netanyahu, que también restringiría la capacidad del Tribunal Supremo para rechazar leyes, al permitirle a la Knesset (Parlamento) volver a legislar normativas impugnadas por ese órgano.
El plan, además, permitiría al Ejecutivo de extrema derecha controlar el nombramiento de los magistrados.
Durante la jornada comenzó también una huelga organizada por un foro empresarial que agrupa a las 150 firmas más grandes del país.
Como parte de la medida no abrieron sus puertas varios bancos, centros comerciales y gasolineras, mientras numerosas compañías anunciaron que trabajarían en un marco reducido.
En ese contexto, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa (FDI),general Herzi Halevi, advirtió sobre la profunda división en ese estamento por la crisis política que vive el país.
Unos 10 mil reservistas de las FDI se sumaron este fin de semana a la campaña contra la reforma.
Los contestatarios rechazaron presentarse al servicio activo en sus respectivas unidades, una decisión que desde hace meses ya adoptaron desde expilotos hasta excomandos. (Fuente:PL)