«Mientras España siga teniendo relaciones militares, seguirá siendo cómplice de esta masacre». (Foto:PL)
Madrid, 22 oct (RHC) Llevamos demasiados meses viendo con horror las masacres que lleva a cabo Israel cada día, escribieron este martes más de 300 intelectuales españoles en una carta al Gobierno.
Cineastas, cantautores y escritores, entre ellos Pedro Almodóvar, Iciar Bollaín, Isabel Coixet, Rozalén o Aitana Sánchez Gijón, fueron categóricos en su misiva dirigida al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
«Mientras España siga teniendo relaciones militares, seguirá siendo cómplice de esta masacre», remarcaron.
En tal sentido, exigieron a Sánchez tomar «medidas urgentes» para imponer un embargo integral de armas a Israel.
Además de los mencionados, Marissa Paredes, Paco Ibáñez, Luis Tosar, Mikel Izal, Alba Flores y Andreu Buenafuente, consideraron que se trata de una poderosa herramienta para ayudar al mantenimiento de la paz y que ya demostró ser efectiva en otros muchos contextos, entre ellos el apartheid en Sudáfrica.
De forma incisiva, los firmantes del texto señalaron que el actual Ejecutivo de España «se define como progresista» y busca abanderar la defensa de los derechos humanos y del derecho internacional a nivel global.
Razón por la cual, dijeron, «debe hacer aún mucho más por los derechos del pueblo palestino y del pueblo libanés».
«No solo un imperativo moral, sino también una obligación bajo el derecho internacional», acotaron.
Asimismo, demandaron terminar con una situación en la que «la provisión de armamento y munición desde España, el tránsito de armas y combustible militar y la compra de material militar contribuyen a perpetuar la ocupación y a financiar el genocidio sobre el pueblo palestino, e incrementan la pérdida de vidas y el sufrimiento de civiles».
Valoraron la iniciativa de Sánchez de reconocer al Estado de Palestina e instaron al resto de la comunidad internacional a seguir este camino, así como a los demás líderes de la Unión Europea a cesar la exportación de armamento a Israel.
Los intelectuales solicitaron al gobernante una pronta respuesta, a «escuchar al pueblo que no quiere ser cómplice de esta masacre».