Abuja, 10 feb (RHC) Dos ataques suicidas mediante bombas causaron al menos 60 muertos y 78 heridos en el noreste de Nigeria.

Añadió Satomi Ahmad, director de la agencia estatal de manejo de emergencias, que dos mujeres activaron ambos artefactos explosivos en un campamento de refugiados de la localidad de Dikwa.

También dijo Ahmad que las atacantes suicidas se infiltraron entre los refugiados y detonaron las bombas cuando formaban filas para recibir su ración de alimentos.

El Programa Mundial de Alimentos (PMA) teme que la secta terrorista nigeriana Boko Haram ataque sus centros de distribución de víveres en África occidental, indicó Denise Brown a la prensa española.

La directora de esa agencia de la ONU en la región, consideró inquietantes los últimos atentados de ese grupo en lugares concurridos de Nigeria y Camerún, entre ellos mezquitas, escuelas y mercados y subrayó que los centros del PMA son lugares también de concurrencia pública.

"Estamos preocupados porque esos sitios puedan volverse áreas inseguras. No queremos parar la distribución, pero sí intentar hacerlo de forma más segura", señaló en una visita a la sede del Programa en esta capital.

La funcionaria afirmó que esa situación obliga a adoptar las medidas de seguridad luego de que algunas mujeres, que generalmente a esos centros de distribución, comenzaron a participar en algunos atentados, manifestó en relación con los ataques suicidas perpetrados por afiliadas a Boko Haram.

Brown reconoció que su agencia es incapaz de llegar a todos los desplazados en zonas como el occidente de Chad o la región nigerina de Diffa, donde persisten condiciones inseguras.

La directora del PMA para África occidental, llamó a prepararse antes de la estación más problemática en el Sahel para las cosechas, entre abril y mayo, tomando en cuenta las dificultades de la población para producir víveres y llegar con ellos a los mercados.

"El PMA ayuda a medio millón de personas afectadas por la violencia de Boko Haram y pretende incrementar la ayuda a cerca de 750 mil ante el aumento del hambre, la malnutrición y los desplazamientos forzados en la cuenca del lago Chad, que comparten Chad, Nigeria, Camerún y Níger", cita la prensa ibérica.

La secta terrorista causó en los últimos siete años miles de muertos y desplazó a 2,2 millones de nigerianos.

En lo referente a las necesidades alimentarias de los países de la cuenca del Lago Chad, más de cinco millones de personas sufren hambre en medio del azote de la violencia extremista, que llevó a 2,8 millones de personas a huir de sus hogares.