Naciones Unidas, 13 feb (RHC) El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, y el Consejo de Seguridad condenaron un ataque de extremistas contra la Misión de Estabilización en Mali, donde murieron seis cascos azules guineanos.
En declaraciones separadas, advirtieron que las acciones violentas dirigidas a las fuerzas de paz de Naciones Unidas pueden constituir crímenes de guerra, bajo las leyes internacionales.
Ban Ki-Moon y el Consejo, presidido este mes por Venezuela, demandaron el procesamiento penal de los responsables.
Un campamento de la Minusma fue atacado en la nororiental ciudad de Kidal, en el convulso territorio del Azawad, lo cual causó seis víctimas fatales y cerca de 30 heridos.
El Secretario General de la ONU y el Consejo de Seguridad transmitieron sus condolencias a los familiares de los fallecidos.