Madrid, 23 feb (RHC) El líder socialista Pedro Sánchez aceptó la propuesta de la agrupación de centroderecha Ciudadanos, que condicionó un eventual acuerdo de gobierno con el PSOE, Partido Socialista Obrero Español, a una reforma urgente de la Constitución.
En el Congreso de los Diputados, aludió Sánchez a la oferta del secretario general de Ciudadanos, Albert Rivera, de realizar una modificación exprés de la carta magna en los primeros tres meses de legislatura, para acabar, entre otros, con los aforamientos de los cargos públicos por delitos de corrupción.
Limitar a ocho años el mandato del presidente del gobierno, despolitizar la justicia, reducir a 250 000 el número de firmas para las iniciativas legislativas populares y eliminar las diputaciones provinciales completan las exigencias de Rivera de cara un pacto.
La agrupación de centroderecha Ciudadanos (C's) condicionó un eventual acuerdo de gobierno con el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) a una reforma urgente de la Constitución para la regeneración democrática.
El líder de C's, Albert Rivera, pidió al PSOE una modificación exprés de la carta magna en los primeros tres meses de legislatura para acabar con los privilegios judiciales en la política, mediante la supresión de los aforamientos.
En una rueda de prensa, el dirigente de la formación catalana, que en las elecciones generales de diciembre se convirtió en cuarta fuerza parlamentaria con 40 escaños, exigió, además, limitar a ocho años el mandato del presidente del Gobierno español, es decir, dos períodos.
Rivera, quien negocia con el PSOE la investidura de su líder, Pedro Sánchez, como jefe del Ejecutivo, demandó también la despolitización de la justicia, con la modificación del método de elección de los miembros del Consejo General del Poder Judicial.
Dentro de esas reformas a la ley fundamental incluyó asimismo rebajar de 500 mil a 250 mil, el número de firmas requeridas para la presentación en el Congreso de los Diputados de las Iniciativas Legislativas Populares, y eliminar las diputaciones provinciales.
Los ciudadanos votaron para que hubieran cambios reales, enfatizó Rivera, tras advertir a las dos fuerzas políticas tradicionales -el PSOE y el Partido Popular, del conservador Mariano Rajoy-, que éste es el momento de "mojarse".
Entiendo que no es fácil, pero no queda otra, remarcó el presidente de C's, luego de subrayar que su formación y los socialistas están cerca de alcanzar un acuerdo de gobierno, no solo de investidura.
No habrá pactos si no hay un ejecutivo limpio de corrupción, sensato y reformista, insistió el político, quien aclaró que sus condiciones son imprescindibles.
Al tiempo que negocia con Ciudadanos, Sánchez busca el apoyo para su investidura de Podemos, Izquierda Unida (IU) y Compromís, confluencia territorial en Valencia de la primera de esas agrupaciones progresistas.
De hecho, el portavoz del PSOE en el Congreso, Antonio Hernando, dijo la víspera a esas tres formaciones que el cambio solo será posible si a la alianza se suma C's.
"Si queremos que haya cambio, será desde la transversalidad", sentenció Hernando sobre la oferta de los socialistas, que choca con el rechazo de Podemos, tercera fuerza parlamentaria con 69 bancas, favorable a un gobierno de coalición con el PSOE, IU y Compromís.