Madrid, 3 mar (RHC) El secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, se reúne hoy con sus colaboradores para examinar los próximos pasos después que el parlamento rechazó su investidura como presidente del Gobierno.
Sánchez no obtuvo la víspera la confianza del Congreso de los Diputados para encabezar un nuevo ejecutivo en España, tras un largo y tenso debate que no sirvió para solucionar la parálisis institucional desde las elecciones generales del pasado 20 de diciembre, informa Prensa Latina.
El candidato al Palacio de la Moncloa -sede gubernamental- logró 130 votos a favor, lejos de los 176 requeridos para ser investido en la primera vuelta.
Un total de 219 diputados, de los 350 miembros que integran la Cámara baja, votaron en contra, mientras la representante de Coalición Canarias se abstuvo.
Tal y como estaba previsto, el dirigente apenas recibió el respaldo de los 90 escaños del PSOE y los 40 de la agrupación de centroderecha Ciudadanos (C's), con la cual firmó un acuerdo de gobierno, impugnado por las fuerzas de izquierda.
Según medios periodísticos, Sánchez quiere evaluar con su equipo los pasos a dar ante la dificultad de sacar adelante su investidura por la postura de Podemos, Izquierda Unida (IU) y Compromís, que le exigen una alianza de izquierda sin la participación de C's.
Al no alcanzar la mayoría absoluta ineludible para ser elegido jefe del Ejecutivo en primera vuelta, el aspirante al sillón de la Moncloa deberá someterse mañana a una segunda votación, en la cual sólo necesita mayoría simple, es decir, más votos a favor que en contra.
Salvo cambios imprevistos, el candidato tampoco alcanzaría este viernes superar esa segunda vuelta, con lo que protagonizaría la primera investidura frustrada de la democracia española.
Los duros enfrentamientos entre los principales portavoces parlamentarios en el extenso debate que precedió el sufragio apuntan a un escenario similar dentro de 24 horas y la imposibilidad de designar finalmente al sustituto de Mariano Rajoy, del Partido Popular (PP).
Pese a ser la agrupación más votada en los comicios de diciembre, el PP no pudo garantizar la continuidad de Rajoy, al obtener 123 escaños.
El jefe del Ejecutivo en funciones declinó ante el rey Felipe VI someterse a la confianza del Congreso, ante la falta de los apoyos necesarios.
Como segunda fuerza parlamentaria, el PSOE asumió el difícil reto de intentar formar un ejecutivo, pero su alianza con C's abortó un posible acuerdo con Podemos, sus confluencias territoriales e IU, que juntos a los socialistas sumaban 161 diputados.
A partir de ayer comenzó a correr el plazo de dos meses que marca la Constitución para la disolución automática del Congreso y el Senado y la convocatoria de nuevas elecciones, una situación también inédita en este país europeo.
Los partidos de izquierda emplazaron al político socialdemócrata a negociar a partir del lunes un acuerdo, que permita un cambio real en España a favor de la mayoría social.