La Habana, 24 mar (RHC) Las delegaciones del Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) no lograron el esperado acuerdo sobre el cese bilateral del fuego, que se suponía anunciaran este 23 de marzo, aunque manifestaron su compromiso por seguir trabajando por alcanzar la tan anhelada paz en la nación sudamericana.
El jefe del equipo insurgente, Iván Márquez, dijo que, a pesar del “deseo expresado en la histórica jornada del 23 de septiembre del 2015”, no fue posible anunciar nada “porque las exigencias lógicas de una prolongada y compleja guerra así lo determinaron”.
Márquez se refirió al encuentro entre el presidente, Juan Manuel Santos, y el comandante de las FARC-EP, Rodrigo Londoño, ese día en La Habana cuando fijaron como plazo para sellar un acuerdo de paz el 23 de marzo de este año.
Nuestro compromiso de apresurar el cese de la confrontación armada nos ha llevado a participar en la hoja de ruta que aspiramos sea acordada en el próximo ciclo, dijo Márquez.
Acorde con el representante de las FARC-EP, esta hoja de ruta “sintetiza y señala los compromisos para resolver asuntos pendientes” en la Mesa de La Habana y “contempla este año como muestra de la voluntad de las partes de alcanzar la anhelada paz”.
En otro momento destacó el respaldo del Secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, quien se reunió con ambas delegaciones en el contexto de la reciente visita del presidente Barack Obama a Cuba.
Márquez reconoció que Kerry escuchó con respeto a una “organización revolucionaria que más de medio siglo ha estado alzada en armas” y reiteró el compromiso de las FARC-EP de lograr la paz.
Desde que iniciaron los diálogos de paz hace tres años ambas partes han acercado posiciones en temas como reforma rural integral, participación política, combate a las drogas ilícitas y víctimas.
No fue posible cumplir con la fecha, dijo Humberto de la Calle, jefe de la delegación gubernamental, en una comparecencia ante periodistas en La Habana, sede habitual de los diálogos desde noviembre del 2012.
De la Calle informó a la opinión pública que en estos momentos “subsisten diferencias importantes con las FARC sobre temas de fondo”, específicamente el relacionado con la dejación de las armas por la insurgencia.
Esta es una condición para la aplicación de mecanismos de justicia transicional y abrir así la puerta de la reincorporación a la vida civil, dijo el representante del gobierno de Juan Manuel Santos.
El exvicepresidente colombiano aseguró que lo que se pacte sobre participación política debe estar sujeto a ese tema y que el gobierno debe brindar “protección jurídica y física a las FARC” siempre y cuando estas garanticen una reincorporación leal y limpia” a la sociedad.
En otro momento manifestó su deseo de lograr un acuerdo definitivo que “rompa de una vez el vínculo entre política y armas” con tal de llegar a un proceso de dejación de armas ordenado y transparente.
De la Calle afirmó que un acuerdo definitivo debe implicar “un cese del fuego verificable que permita poner fin al conflicto en condiciones de seguridad para todos”.
Los puntos con desacuerdo de las FARC-EP son cuestiones sensibles para Colombia, dijo mientras acotó que no puede haber dudas de que el equipo negociador “defiende una solución al conflicto que respete valores esenciales que nos definen como nación”.
La posición del Gobierno es la de alcanzar un acuerdo bajo un esquema de garantía de no repetición en el cual todos asuman sus responsabilidades, reiteró.
Agotaremos todos los esfuerzos posibles para lograr nuestro objetivo de sellar la paz, reiteró De la Calle.
Sobre la Mesa de La Habana se encuentra la discusión del punto del Fin del conflicto y se adelanta el análisis de los mecanismos de refrendación del acuerdo final.