Washington, 16 abr (RHC) La tensión empeora en el seno del Partido Republicano tras las recientes acusaciones de Donald Trump, quien encabeza la carrera por la nominación roja a la presidencia de Estados Unidos.
El polémico magnate cuestionó el carácter democrático del "Grand Old Party" tras una reunión partidista en Colorado, donde su rival Ted Cruz acaparó a los 34 delegados de cara a la Convención Nacional Republicana.
La elite partidista replicó de inmediato, alegando que "cada proceso es fácil de entender para aquellos dispuestos a aprenderlo", en alusión a las críticas de Trump, quien igual aventaja por amplio margen al senador texano.
Los analistas ven con preocupación los crecientes encontronazos entre Trump y su formación política, pues a estas alturas de la carrera electoral se impone una comunión total entre el principal aspirante y su partido.
La actual coyuntura hace que muchos duden que Trump pueda vencer a su rival demócrata, en particular a Hillary Clinton, pero incluso sus correligionarios cuestionan su capacidad para presidir a la nación.
Otros analistas estiman que las críticas del magnate desmoralizan a su propio electorado y mina los cimientos del Partido Rojo, que proseguirá su ruta hacia la Convención en Georgia, Kansas, Oklahoma, Carolina del Sur y Virginia.