Bogotá, 14 jul (RHC) Tras 38 días de iniciado el paro de camioneros colombianos, las expectativas rondan en torno a la posibilidad de un acuerdo definitivo con el Gobierno, gestiones que pese a la mediación de la iglesia han sido infructuosas.
Para supervisar los esfuerzos encaminados a levantar esa medida, el presidente Juan Manuel Santos convocó la víspera a una reunión extraordinaria con varios integrantes de su gabinete ministerial, luego de ordenar un incremento de la presencia militar en las vías, refiere Prensa Latina.
Según BluRadio, a partir de ahora los vehículos que obstruyan las calles serán confiscados, siguiendo indicaciones de la Fiscalía General de Colombia.
La movilización subió de tono el martes cuando resultó muerto uno de los demandantes en Boyacá, presuntamente por un enfrentamiento con el Escuadrón Móvil Antidisturbios y el gobernador de ese departamento sufrió un accidente en el contexto de la manifestación.
Desde el comienzo del paro los choferes piden rebajas en los precios de los combustibles y las tarifas de los peajes, mayor seguridad en las carreteras para ejercer su oficio y acceso al seguro social, entre otras peticiones.
Adicionalmente protestan debido a la sobreoferta causada por la circulación de carros sin los permisos establecidos.
En opinión de muchos, la situación pasó ya "de castaño oscuro", ante el desacuerdo de las partes en el transcurso de fallidos intentos para conseguir un arreglo.
Santos calificó a los camioneros de intransigentes, en tanto los dirigentes del gremio manifestaron que el Ejecutivo busca dilatar la negociación.
Pese a las propuestas y contrapropuestas presentadas por los dos equipos, el paro sigue en pie al tiempo que en los mercados aumentan los precios de productos de la canasta básica.
Simultáneamente los labriegos reportan pérdidas en las cosechas ante las dificultades para transportarlas hasta sus mercados habituales, los ganaderos sortean similares obstáculos con la leche acopiada.
El puerto de Buenaventura, principal puerta comercial del país, vio limitadas también sus operaciones por la acumulación de contenedores.
Alrededor de 63 personas fueron apresadas desde el mes pasado, cuando empezó la llamada Cruzada Camionera, por supuestas alteraciones del orden público, informaron fuentes oficiales.
Los choferes denunciaron excesos de la Fuerza Pública, particularmente del Esmad, y detenciones arbitrarias.