La Habana, 6 enero (RHC)- El proceso recuperativo en Guantánamo, es significativo, las viviendas rescatadas o construidas son más de 19 400, alrededor del 54% de las afectadas por el paso del huracán Matthew.
Otros 4 803 hogares de los cinco municipios damnificados cuentan con recursos para la reconstrucción, de los más de dos millares de instalaciones estatales dañadas se restableció cerca del total, y para continuar se dispone ahora de decenas de miles de tejas, y prosigue el traslado de recursos desde otras provincias con cubiertas, acero y módulos de carpintería.
Hasta la fecha el proceso recuperativo avanza a paso firme y sin pausa, realidad evidente más si recordamos la magnitud destructiva de Matthew, que perjudicó casi las tres cuartas partes del fondo habitacional de Baracoa, Maisí, San Antonio del Sur, Imías y Yateras, territorios donde se han entregado igualmente unos 6 400 módulos de facilidad temporal.
En la Villa Primada, que sufrió la mayor cantidad de afectaciones, reciben además tratamiento los edificios multifamiliares, con acciones de impermeabilización, pintura, rehabilitación de cisternas, colocación de tanques elevados y otras tareas, en especial en las muy impactadas edificaciones al pie del malecón de la añeja urbe de 505 años.
Allí, dentro de las prioridades figura también la recuperación del patrimonio del Centro Histórico -Monumento Nacional desde 1978- área en la cual se han restaurado cerca de 260 viviendas, y se trabaja por rescatar los valores arquitectónicos de inmuebles, algunos con más de un siglo y representativos de la cultura hispánica y caribeña.
En los cinco territorios guantanameros embestidos por Matthew se labora a la par en la reparación de instituciones de la salud, incluidos Consultorios del Médico de Familia, donde se renueva la carpintería, pintura, y sistemas eléctricos e hidráulicos.
El imperativo de resarcir los daños en el menor tiempo posible y de restablecer o construir cantidad notable de viviendas para los damnificados ha obligado a que, junto a la sostenida asignación de materiales producidos por la gran industria, surjan en las montañas pequeñas fábricas dedicadas a la producción local de bloques y otros recursos.
En total en estos momentos en el Este cubano se crea y acondiciona una treintena de minindustrias, la mayoría destinadas a la producción local de materiales de construcción -algunas de las cuales ya funcionan-, y el resto a la prestación de servicios básicos y a la elaboración de la madera.
Por ejemplo en Quibiján -una de las zonas baracoenses que más rápido logra borrar las huellas del destructivo huracán- funcionan varias bloqueras aprovechando los recursos locales y humanos, y generando a la vez nuevos empleos, fundamentalmente para jóvenes que no tenían vínculo laboral.
Algunas de esas unidades emplean energía eléctrica, pero otras utilizan el método más tradicional: la preparación de la mezcla, el llenado de los moldes y traslado de manera manual.
En el propósito de tratar de satisfacer la demanda de estos surtidos destaca asimismo el montaje de un molino de áridos en Maisí, la remodelación de los existentes en Baracoa y la localidad imiense de Cajobabo, y la próxima instalación de dos plantas para obtener hormigón, en los primeros municipios mencionados.