La Habana, 5 junio (RHC)- Si el presidente norteamericano Donald Trump revierte la política hacia Cuba adoptada por su predecesor, Barack Obama, aislará aún más a EE.UU. y perjudicará sus intereses empresariales, advirtió este lunes The New York Times.
El diario a través del editorial publicado, lamentó, que a la larga lista de las principales iniciativas de Obama que el actual mandatario está obsesionado con dar marcha atrás, podría añadirse el acercamiento a la isla caribeña.
En 2014, Obama abrió un diálogo con Cuba después de más de medio siglo de hostilidad inflexible, lo que condujo a un alivio de las sanciones, pero Trump prometió en su campaña volver a un enfoque más duro, recordó el periódico.
De acuerdo con la publicación, la apertura hacia el territorio caribeño ha permitido un flujo más libre de personas, bienes e información entre los dos países; y produjo acuerdos bilaterales sobre temas como cooperación sanitaria, mitigación de derrames de petróleo y lucha contra el narcotráfico.
El enfoque de Obama también alentó a los países latinoamericanos a ser más receptivos a Estados Unidos como socios en la resolución de problemas regionales, consideró el Times.
Al mismo tiempo, el diario citó un reciente análisis encabezado por la coalición Engage Cuba, el cual estimó que una reversión de las políticas de la administración previa hacia Cuba costaría a la economía estadounidense seis mil 600 millones de dólares y afectaría a más de 12 000 empleos en esta nación.
Ese grupo, que promueve el levantamiento del bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Washington a la isla hace más de medio siglo, predijo que las áreas más afectadas serán las comunidades rurales que dependen de la agricultura, la manufactura y las industrias navieras.
Los territorios potencialmente más perjudicados incluirían a Florida, Louisiana, Texas, Alabama, Georgia y Mississippi, que apoyaron a Trump en las elecciones de 2016.
Según el Times, al igual con su decisión de retirarse del Acuerdo de París contra el cambio climático, una vuelta atrás en la postura hacia Cuba reflejaría un deseo cobarde de Trump de favorecer a su base política, en este caso republicanos conservadores de Florida visceralmente opuestos a la Revolución cubana.
Eso podría ayudarlo a ser reelegido en 2020, pero no ayudaría a nadie más, apuntó el periódico.
(PL)