Brasilia, 21 mar (RHC-PL) Cuba reiteró ante el VIII Foro Mundial del Agua que el acceso a este recurso constituye un derecho humano cuyo disfrute por todos los ciudadanos es responsabilidad de los gobiernos.
El mayor éxito de un encuentro como éste sería tener la capacidad de distinguir acciones y establecer compromisos concretos y tangibles, orientados a alcanzar el acceso equitativo y suficiente de agua y saneamiento para quienes no lo tienen, dijo a Prensa Latina el ingeniero Antonio Rodríguez.
Según el vicepresidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 (ODS-6): garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos, 'nos coloca frente a metas exigentes' cuyo cumplimiento requiere el compromiso y la responsabilidad de los gobiernos.
Además de ello, exige complementar los esfuerzos nacionales con una sólida cooperación internacional, la cual debe incluir formas novedosas como la colaboración triangular y Sur-Sur, 'todo ello para garantizar que efectivamente no dejemos a nadie atrás', enfatizó.
Rodríguez valoró que el Foro posibilita también que países con más experiencia las transmitan a los que tienen mayores dificultades poder cumplir con ODS-6 y recordó que Cuba trabaja desde hace mucho tiempo en función de alcanzar este objetivo.
En la actualidad, el 95,5 por ciento de la población cubana tiene cobertura de agua potable, una cifra que en el mundo pueden exhibir pocas naciones y que en América Latina solo puede mostrar también Uruguay.
Desde el año 2012, abundó, fue aprobada la Política Nacional del Agua, que fortaleció el control del Estado sobre los recursos hídricos, en la que quedaron definidos 22 principios y cuatro prioridades, la primera de las cuales es su uso racional.
Además son prioritarios el uso eficiente de la infraestructura existente; y la percepción de riesgo sobre la calidad del agua y los eventos climáticos, explicó.
Hoy, Cuba está enfrascada en un amplio programa de reducción de pérdidas; lleva adelante fuertes inversiones para la construcción de trasvases, el despliegue de plantas desalinizadoras y la construcción de plantas para el tratamiento de residuales, y para transformar la matriz energética de los sistemas de abastecimiento de agua, relató.
Por otra parte, significó que durante su intervención en la Conferencia Ministerial reiteró el compromiso del gobierno cubano de continuar elevando la calidad de vida de sus ciudadanos por estas vías, y la disposición a 'compartir de manera solidaria y modesta su experiencia y resultados con quienes más lo necesiten'.
Durante su estancia aquí, el vicepresidente del INRH y la delegación que lo acompaña sostuvieron encuentros de trabajo con sus similares de Suráfrica y Haití, esta última nación favorecida por proyectos de cooperación entre Cuba, España y Francia, y tienen previsto reunirse con participantes de República Dominicana y Nicaragua, entre otros.
Según el vicepresidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6 (ODS-6): garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos, 'nos coloca frente a metas exigentes' cuyo cumplimiento requiere el compromiso y la responsabilidad de los gobiernos.
Además de ello, exige complementar los esfuerzos nacionales con una sólida cooperación internacional, la cual debe incluir formas novedosas como la colaboración triangular y Sur-Sur, 'todo ello para garantizar que efectivamente no dejemos a nadie atrás', enfatizó.
Rodríguez valoró que el Foro posibilita también que países con más experiencia las transmitan a los que tienen mayores dificultades poder cumplir con ODS-6 y recordó que Cuba trabaja desde hace mucho tiempo en función de alcanzar este objetivo.
En la actualidad, el 95,5 por ciento de la población cubana tiene cobertura de agua potable, una cifra que en el mundo pueden exhibir pocas naciones y que en América Latina solo puede mostrar también Uruguay.
Desde el año 2012, abundó, fue aprobada la Política Nacional del Agua, que fortaleció el control del Estado sobre los recursos hídricos, en la que quedaron definidos 22 principios y cuatro prioridades, la primera de las cuales es su uso racional.
Además son prioritarios el uso eficiente de la infraestructura existente; y la percepción de riesgo sobre la calidad del agua y los eventos climáticos, explicó.
Hoy, Cuba está enfrascada en un amplio programa de reducción de pérdidas; lleva adelante fuertes inversiones para la construcción de trasvases, el despliegue de plantas desalinizadoras y la construcción de plantas para el tratamiento de residuales, y para transformar la matriz energética de los sistemas de abastecimiento de agua, relató.
Por otra parte, significó que durante su intervención en la Conferencia Ministerial reiteró el compromiso del gobierno cubano de continuar elevando la calidad de vida de sus ciudadanos por estas vías, y la disposición a 'compartir de manera solidaria y modesta su experiencia y resultados con quienes más lo necesiten'.
Durante su estancia aquí, el vicepresidente del INRH y la delegación que lo acompaña sostuvieron encuentros de trabajo con sus similares de Suráfrica y Haití, esta última nación favorecida por proyectos de cooperación entre Cuba, España y Francia, y tienen previsto reunirse con participantes de República Dominicana y Nicaragua, entre otros.