La Habana, 20 jun (RHC) Cuando vamos a dialogar con los jóvenes no podemos ir encopetados. Si lo hacemos con los que laboran en la industria, en la agricultura, en el azúcar, en la cultura... tenemos que ser como ellos son, utilizar sus códigos comunicativos. No podemos ir vestidos de cuello y corbata. Nos toca acortar las distancias para que así tengan una participación real y consciente en todo lo que construyamos.
Eso fue uno de los conceptos que defendió el joven pinareño Yasel Alejandro Díaz, miembro del Comité Nacional de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), en los debates de la Comisión de Funcionamiento, como parte del VII Pleno de su máximo órgano de dirección entre congresos, que sesiona hasta hoy en la capital, resalta el diario Juventud Rebelde.
Y dijo más, esa divisa de constante intercambio con la base, que es necesario consolidar, tienen que comprenderla bien los cuadros desde el nivel primario, y prepararse para eso, pues «si ellos no están bien capacitados, qué vamos a esperar de nuestras estructuras más simples».
Justamente, varios integrantes de esta misma comisión, como Jeiller Carmona Brito, al dialogar sobre la vida interna, estructuras y quehacer de la organización, destacaron que se deben aprovechar todos los espacios y hacerlo de manera creativa, y que, una vez allí, en la base, que sean los jóvenes los que propongan los temas sobre los que se quiere hablar. «Eso es algo que hemos logrado con los jóvenes del sector de la Salud. Pero todavía existen quienes no quieren ir a dialogar, y de lo que se trata es de construir juntos», expresó.
Temas como el papel de los comités de base y la militancia y sus cuadros de dirección en el desarrollo de los procesos políticos, volvieron en más de una ocasión al debate. Sobre las reuniones de secretarios generales, se dijo que estas deben incluir más asuntos que preocupan a los jóvenes para que tengan un mayor interés.
Susely Morfa Gonzáles, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC, insistió en la necesidad de encontrar fórmulas para que cada vez sea mayor el número de jóvenes que desee ingresar a las filas de la organización. Reconoció que se necesita crecer, pero mantener una condición inviolable: quienes se incorporen a la Juventud Comunista deben hacerlo como resultado de una actitud ejemplar ante la sociedad.
Si no tenemos una vanguardia, cómo vamos a existir. Tenemos que atemperar la organización a la Cuba de hoy, a los jóvenes de hoy y las tareas que deben asumir, apuntó la dirigente juvenil, quien además añadió que se requiere de madurez, conciencia, modestia y firmeza de los cuadros para resolver problemas que persisten en el funcionamiento de la UJC, y que en muchos casos, se asocian a falta de control, de organización, de chapucería y de no comprometimiento.
(Juventud Rebelde)