La Habana, 24 ago (RHC) Por el fortalecimiento de las relaciones bilaterales no solo en la fe, sino también desde el punto de vista humano en general, fundamentalmente en estos momentos, en que la normalización de las relaciones se ha visto entorpecida por la política del presidente Donald Trump hacia Cuba, abogó el reverendo Jim Winkler, secretario general del Consejo Nacional de Iglesias de Cristo de Estados Unidos, quien al frente de una delegación de esa institución finaliza este viernes su visita a la nación caribeña.
Esa declaración tuvo lugar durante una conferencia de prensa donde los Consejos de Iglesias de Cuba (CIC) y Estados Unidos dieron a conocer una declaración conjunta, con motivo de la celebración, este jueves, del aniversario 70 del Consejo Mundial de Iglesias, destaca el diario Granma.
El documento, leído por el reverendo Antonio Santana Hernández, presidente del CIC, manifiesta que ambas organizaciones han trabajado en conjunto durante muchos años para unir a ambas naciones.
«Nos hemos esforzado por la paz cuando muchos clamaron por la guerra. Hemos defendido la unidad familiar cuando otros han intentado dividir a nuestras familias. Hemos orado, llamado y trabajado juntos para poner fin al bloqueo», expresa.
Añade que entre los momentos de celebración en que han participado ambos Consejos, teniendo en cuenta la ayuda que brindaron en dichas causas, resalta la devolución del niño Elián González y la reunión entre los primeros mandatarios Raúl Castro y Barack Obama.
El texto expresa la preocupación común por la drástica reducción del personal de la Embajada de Estados Unidos en La Habana, que afecta a las familias cubanas y ha obstaculizado el intercambio de persona a persona.
El reverendo Winkler afirmó que en modo alguno Cuba representa una amenaza militar para su país, con una enorme industria bélica, que precisa siempre de un enemigo, de un peligro y que se opone a que haya paz en el mundo.
El Presidente y Secretario General del Consejo Nacional de Iglesias de Cristo en Estados Unidos, añadió que Cuba es un lugar seguro: «Me siento infinitamente más seguro caminando por esta ciudad que por las principales calles de mi país». Una mayoría sobrecogedora apoya desde EE. UU. las buenas relaciones entre ambas naciones, refirió.
Trabajaremos por una relación, no de sojuzgamiento y dominación de una superpotencia hacia un país pequeño, sino de amistad y mutuo respeto, una relación de iguales, significó, y manifestó su admiración por el Gobierno y pueblo de Cuba por su actitud firme.
(Granma)