Pinar del Río, 13 sep (RHC) Lo que queremos con este contacto sistemático, además del diálogo, es que podamos ayudar a destrabar problemas, aseguró el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, en la Universidad Hermanos Saíz Montes de Oca de Vueltabajo, durante la primera jornada de una visita de gobierno a esta provincia, que continúa este jueves.
Tras participar en el centro, en una de las asambleas de consulta del proyecto de Constitución, Díaz-Canel advirtió que esta no era una visita solo suya, sino del Consejo de Ministros.
Explicó que varios ministros lo acompañan en estos recorridos que ha estado realizando por todo el país, y después continúan trabajando con sus estructuras, y señaló que ello propicia que puedan tener un momento más de contacto con los gobiernos de los territorios, apunta el diario Granma.
«Al final, en las conclusiones, salen proyecciones para el plan de la economía del próximo año, o cosas que se puede ayudar a resolver de alguna manera, y es lo que hemos querido establecer con este estilo de trabajo: que haya un gobierno que esté en función de la población», afirmó.
«Si hay problemas muy grandes, que no se pueden solucionar de una forma completa, siempre se puede buscar cómo le arrancamos un pedacito y avanzamos un poco», añadió.
Con el propósito de tomarle personalmente el pulso a la provincia, el Presidente cubano dialogó abiertamente con las personas en cada uno de los sitios visitados, e incluso detuvo el recorrido en el centro de la ciudad pinareña, para descender del vehículo y saludar a la población.
«Nos han planteado con mucha honestidad las problemáticas que hay en el territorio: el transporte, acueducto, los precios, los salarios, la disponibilidad de materiales de la construcción, los atrasos en viviendas. La gente ha sido muy transparente».
UNA INDUSTRIA RECONOCIDA EN CUBA Y EL MUNDO
El primer punto del recorrido había sido la fábrica de conservas La Conchita, una industria que llegó a exportar ocho renglones distintos, y en la actualidad, por a la obsolescencia tecnológica y el mal estado de la mayoría de sus instalaciones, no posee ninguno.
En ella, Díaz-Canel conoció que en el 2018, después de un largo proceso inversionista, debe quedar listo el sistema de tratamiento de residuales de la fábrica, un paso indispensable para poder emprender su modernización.
Iris Quiñones Rojas, ministra de la Industria Alimentaria, explicó que para el 2019, está previsto el acondicionamiento de naves que en la actualidad se utilizan como almacenes, para montar en ellas nuevas líneas de producción, con las normas de inocuidad establecidas.
El Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros insistió en la necesidad de adelantar cuanto sea posible el proyecto, teniendo en cuenta los resultados de la agricultura del territorio y el prestigio de la marca Conchita.
«Esta es una industria emblemática, los pinareños la defienden mucho y en toda Cuba se conocen sus productos», expresó.
Luego, como ya es habitual en estas visitas, fuera de todo protocolo, recorrió las instalaciones, caminando por las líneas de guayaba y frutabomba, se subió a las esteras y los tachos, y dialogó con los hombres y mujeres que hicieron posible que a pesar de su deterioro, La Conchita fuera en el 2018 la industria de mejor comportamiento del país en las campañas de mango y de tomate.
Una de ellas fue Yusimí Sánchez, quien le expresó al Presidente su inconformidad con el salario en determinadas etapas del año en que la actividad económica decae, pero también su compromiso con una unidad donde labora como operaria hace 18 años.
«Este es un colectivo aguerrido», le aseguró.
El politécnico Tranquilino Sandalio de Noda, una institución que se apresta a cumplir 106 años en la formación de estudiantes en las especialidades agropecuarias, fue otro de los objetivos de la visita.
Allí Díaz-Canel se interesó por la calidad de las clases, por las motivaciones de sus alumnos y sus expectativas una vez graduados.
«¿Los estudiantes aprenden hoy como lo hiciste tú?», le preguntó a Yaquelín Barrios, egresada de la escuela hace 18 años, quien ahora se desempeña como profesora.
Además, se interesó por la opinión sobre el proyecto de Constitución que ha sido sometido a consulta popular.
«Hay mucha expectativa con lo que los jóvenes le pueden aportar a ese debate. Es muy importante que ustedes participen, porque esta es una Constitución para el presente, pero sobre todo para el futuro del país», afirmó.
También sobre el proyecto de Carta Magna, intercambió con estudiantes y profesores de la Universidad Hermanos Saíz Montes de Oca.
Sobre el tema, alertó que los medios occidentales, principalmente la prensa que ataca a Cuba, ha tratado de sembrar dos matrices de opinión fundamentales.
«Una de ellas consiste en que el ciudadano cubano no está interesado en la Constitución, y esa es una mentira que se desbarata enseguida, porque los tabloides se han agotado y en muchos lugares nos han pedido que haya otra edición», señaló Díaz-Canel.
«La segunda matriz de opinión que nos han estado tratando de imponer, es que es un ejercicio por gusto, porque ya la Constitución está prácticamente aprobada y esto es como una obra de teatro», dijo.
«Sin embargo, estoy convencido de que el texto definitivo va a ser más robusto, después que le incorporemos los aportes que está haciendo la gente», aseveró.
NO PERMITIR EL ACAPARAMIENTO DE MATERIALES
La visita de gobierno incluyó también un centro de producción local de materiales, perteneciente a la Empresa de Mantenimiento y Construcción Civil, y la tienda Los Pinos, en la que se comercializan muchos de los productos que se obtienen en esa minindustria, destinados sobre todo a las personas con subsidios.
En este último punto, insistió en el combate al delito y en no permitir ni el acaparamiento ni la reventa de materiales por personas inescrupulosas. «Con eso hay que ser severos», afirmó.
Al cierre de esta información, el Presidente cubano continuaba recorriendo otros sitios de Pinar del Río, acompañado por Julio César Rodríguez Pimentel, primer secretario del Partido en el territorio; Ernesto Barreto Castillo, presidente de la Asamblea Provincial del Poder Popular, y varios ministros y funcionarios.