Santiago de Cuba, 19 mayo (RHC) En el aniversario 124 de la caída en combate de José Martí, los cubanos rinden tributo hoy con especial solemnidad en el Mausoleo donde reposan sus restos.
Ofrendas florales encabezaron el homenaje, en el que cadetes de escuelas militares, estudiantes y trabajadores, junto a dirigentes políticos y estatales reconocieron la impronta martiana en la realidad nacional.
En el cementerio de Santa Ifigenia y tal como pidiera en uno de sus más conocidos versos, sobre la urna que contiene sus restos mortales permanece un manojo de rosas blancas, escoltadas por una bandera cubana.
Nacido en La Habana y venerado en toda Cuba, el prócer recibe en esta urbe un culto significativo debido a ese privilegio de acoger sus sagrados restos desde el 27 de mayo de 1895, apenas ocho días después de su deceso.
Ese reconocimiento perenne de cubanos y extranjeros de las más diversas latitudes cobró mayor relevancia desde el 19 de mayo del 2002, cuando se inició una guardia permanente de honor, integrada por jóvenes soldados de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
En el 2007, el Primer Secretario del Partido Comunista, General de Ejército Raúl Castro, encendió la llama eterna que en la explanada frontal de la necrópolis expresa la reverencia al Apóstol.
El 10 de octubre del 2017, junto a ese altar martiano y a la piedra que resguarda las cenizas del líder histórico de la Revolución, Fidel Castro, fueron colocados los monumentos funerarios del Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes, y de la madre de todos cubanos, Mariana Grajales. (PL)