Homenaje a Martí en la Fragua Martiana tras limitada Marcha de las Antorchas.
La Habana, 28 ene (RHC) «La pandemia será vencida y las dificultades que afrontamos también. Esa es la historia de Cuba. Esa es la historia de los patriotas como Martí, esa es la historia de nuestros estudiantes revolucionarios», aseveró, anoche, el General de Ejército Raúl Castro Ruz, durante un sentido intercambio en la Fragua Martiana con una veintena de jóvenes que bajaron desde la Escalinata de la Universidad de La Habana, en la tradicional Marcha de las Antorchas
«Esta manifestación no es de las más grandes, pero sí una de las más emocionantes», expresó el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, quien, junto al Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, recibió en la intersección habanera de Hospital y Príncipe, a los muchachos que reeditaron aquella primera marcha del 27 de enero de 1953, liderada entonces por el joven Fidel Castro Ruz. Esta vez, bajo el signo de la pandemia de la covid-19, el homenaje fue más reducido y la habitual ruta encendida por miles de antorchas fue recorrida ahora por 20 jóvenes.
En el homenaje –allí donde antes estuvieron las canteras de San Lázaro y Martí cumplió su condena con los trabajos más duros– estuvieron presentes José Ramón Machado Ventura, Segundo Secretario del Comité Central del Partido, el Comandante de la Revolución Ramiro Valdés Menéndez, y José Ramón Balaguer Cabrera, los que, junto a Raúl, hace 68 años, también transitaron esas calles, en plena dictadura batistiana, para no dejar morir al Apóstol en el año de su centenario.
Lo importante es que se haya realizado la ceremonia, no importa la cantidad de personas, dijo Raúl a los jóvenes antes de chocar los puños con cada uno de ellos, como lo exigen los nuevos códigos de vida impuestos por la pandemia que sufre el mundo y también Cuba.
En medio de la difícil situación que atraviesa la Patria, el homenaje a su Héroe Nacional, a pocas horas de su natalicio, era una cita obligada. Y allí en la Fragua donde sufrió Martí, quedó la ofrenda floral de la generación histórica de la Revolución y de sus pinos nuevos.
(Granma)