Imagen ilustrativa. Gobierno de México
La Habana, 16 sep (RHC) Para participar en las festividades por la independencia mexicana, el Primer Secretario del Comité Central del Partido Comunista de Cuba y Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, realiza una visita oficial a esa nación, donde, además, participará en la VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
La presencia del Jefe de Estado cubano en tan importante celebración, demuestra que durante los casi 120 años de relaciones político-diplomáticas ininterrumpidas, existe la voluntad de profundizar el intercambio bilateral y multilateral; además de ampliar los nexos culturales y de hermandad en beneficio común.
Al respecto, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, destacó la larga relación de amistad entre Cuba y México, la postura de su país desde los primeros años de la Revolución cubana, cuando fue el único de la región que no rompió relaciones con la Mayor de las Antillas, y rechazó los intentos de Estados Unidos de aislarla.
«No somos lacayos de nadie, y México es un país independiente, libre y soberano, con una política exterior clara, en la que reafirma lo expuesto por Benito Juárez: entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz», afirmó Obrador.
La historia es testigo de esa hermandad. En México vivió nuestro Héroe Nacional José Martí, y allí enriqueció su visión revolucionaria y americana; también transcurrió el exilio del líder estudiantil Julio Antonio Mella, y desde las costas mexicanas los jóvenes revolucionarios, con Fidel al frente, partieron en el yate Granma, para emprender la última etapa de la lucha por la independencia de Cuba.
En nuestra memoria está que, ante la invasión mercenaria de Playa Girón en 1961, el general Lázaro Cárdenas organizó una brigada internacional para acompañar a Fidel y al pueblo cubano en la defensa de su soberanía. Es histórico también el apoyo de México cada año en la lucha por el levantamiento del genocida y criminal bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos.
México adquiere hoy gran relevancia como actor regional, pues al ocupar la presidencia pro témpore de la Celac, tiene como desafío articular la cooperación mancomunada entre los Estados miembros del organismo, en un momento muy complejo por las limitaciones de la COVID-19.
A la sexta cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del mecanismo integrador, que acogerá ese país el próximo día 18, asistirán 17 mandatarios, dos vicepresidentes y nueve ministros de Exteriores, según el canciller mexicano, Marcelo Ebrard. En el cónclave se evaluarán la respuesta ante la pandemia de la COVID-19 y la creación de un fondo para la atención a desastres derivados del cambio climático, explicó Telesur.
Pero uno de los tópicos de más exaltación es el anuncio de Ebrard sobre la presentación de la reforma o la sustitución de la Organización de Estados Americanos (OEA), que bajo la presidencia de Luis Almagro ha sido sumamente criticada por no responder a su objetivo de afianzar la paz y la seguridad del continente, y sí cumplir al pie de la letra lo que dicta Washington.
López Obrador destacó que ya no puede sostenerse la misma política de hace 200 años, caracterizada por la «invasión», y propuso que la OEA sea sustituida por un nuevo organismo que verdaderamente integre a todos los países de América Latina y el Caribe.
Sea cual sea el destino de esta iniciativa durante el encuentro de la Celac, será una Cumbre prometedora, porque varios países abogarán por la eliminación de una organización tan lacaya de EEUU, como muestra clara de la unidad de la región y de la lucha contra la injerencia.
(Granma)