Pueblo rinde tributo a mártires de la Revolución
La Habana, 7 dic (RHC) Cuba recuerda hoy el aniversario 34 de aquel momento solemne para la Patria en que, bajo el nombre de Operación Tributo, se trasladaron al territorio nacional y se inhumaron los restos de los caídos en la gesta internacionalista en África.
Con la entrega de una ofrenda a nombre del pueblo santiaguero se rindió tributo hoy en el cementerio Santa Ifigenia de la ciudad al 127 aniversario de la caída en combate del Lugarteniente General Antonio Maceo Grajales, la conmemoración 89 del natalicio de Frank País García y 34 de la Operación Tributo.
René Berenguer Rivera, miembro del Buró del Comité Provincial del Partido Comunista de Cuba (PCC) en las palabras centrales del acto refirió que el 7 de diciembre es un día de relevancia histórica, se recuerda la intransigencia de Maceo en la Guerra de los Diez Años, las capacidades organizativas del líder de la clandestinidad y el altruismo de los mártires de la patria, caídos en misiones internacionalistas después del triunfo de la Revolución.
Operación Tributo. Imagen: RHC
La Operación Tributo, fueron las exequias de 2 mil 085 cubanos que murieron en la lucha por la eliminación del apartheid en ese continente en la Operación Carlota en la cual, desde 1975 y hasta 1991, de contó con el apoyo de las fuerzas de la mayor de las Antillas.
Aquel 7 de diciembre, la ceremonia nacional se desarrolló en El Cacahual, mausoleo que guarda los restos del Lugarteniente General Antonio Maceo y su ayudante, el Capitán Francisco Gómez Toro, caídos en combate en igual fecha, pero de 1896.
No fue casual entonces que el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, líder de la epopeya internacionalista, escogiera ese altar sagrado del país 93 años después para honrar a sus hijos más audaces y acompañar el dolor de familias devastadas por las secuelas injustas que dejó la guerra.
Esa operación fue posible mediante el trabajo minucioso de los investigadores del Instituto de Medicina Legal, a cargo de la identificación y preparación de las reliquias de los combatientes en el Cementerio de la Misión Militar Cubana en Angola.
Se crearon y acondicionaron, además, las infraestructuras en todos los camposantos del país para dar el descanso eterno a sus combatientes en los panteones de los caídos en misiones internacionalistas.
Han pasado 34 años y en Cuba todavía se habla de aquella gesta en la que al menos un hijo, un hermano o un amigo perdió la vida; una herida honda de la que aún es difícil recuperarse.
Sus restos descansan de forma simbólica en la misma Patria que los vio partir un día en total incertidumbre, pero con la disposición de extender su solidaridad y de hacer justicia.
El transcurso implacable del tiempo no borrará una de las hazañas más grandes protagonizadas por este pueblo, el mismo que cargó sobre sus hombros, en medio del llanto y el silencio sobrecogedor de aquel diciembre de 1989, la dignidad y la gloria de una nación hecha hombres. (Fuente:ACN)