Foto tomada de Prensa Latina
La Habana, 30 abr (RHC) Intelectuales de 25 países finalizarán hoy un congreso en Cuba, dedicado a la búsqueda de alternativas para un Nuevo Orden Económico Internacional (NOEI).
Académicos, diplomáticos e investigadores en diversas ramas del conocimiento acudieron a la cita, propuesta por la Internacional Progresista (IP) y la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC).
Aprobados hace 50 años por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el NOEI y su programa de acción de 1974 significaron uno de los intentos más trascendentales de los países en desarrollo en función de proseguir la lucha por la descolonización.
Pero hoy se requieren renovados soportes conceptuales e intelectuales para librar esa difícil batalla, sustentó el viceministro cubano de Relaciones Exteriores Carlos Fernández de Cossío, en la jornada inaugural del evento, que contó con la presencia del canciller Bruno Rodríguez.
Los Estados capitalistas desarrollados sabotearon el proyecto del NOEI desde su nacimiento; bajo el liderazgo fundamental de Estados Unidos, impidieron consistentemente llegar a las decisiones necesarias para su implementación, limitando la asignación de los recursos financieros y la capacidad de acción de Naciones Unidas, argumentó el diplomático.
Posteriormente con la euforia y la desorientación que provocó el colapso del socialismo en Europa, las corrientes y políticas neoliberales lograron imponerse con dogmatismo mesiánico, eso erosionó la autoridad del NOEI y la conciencia conceptual e ideológica requerida para su implementación, fundamentó Fernández de Cossío.
En opinión del expresidente colombiano Ernesto Samper, otro problema fundamental es dolarización de la economía; a expensas del papel del dólar en las finanzas internacionales, Estados Unidos aplicó sanciones unilaterales contra 31 países, que representan alrededor de una tercera parte de la población mundial y un 70 por ciento de la superficie del planeta, ilustró.
Según sopesó el foro, urge ir más allá para establecer una nueva arquitectura financiera internacional y desmontar el paradigma político prevaleciente, que circunscribe los conceptos de democracia y derechos humanos a la existencia del capitalismo.
Ese es el paradigma de la occidentalización del mundo y frente a él hay que presentar otro paradigma: el socialismo como fuente de justicia e igual social y por consiguiente de libertad política, recomendó Samper, quien remarcó además, la necesidad de cambios estructurales para dejar atrás el síndrome “extractivista” predominante en las economías del Sur.
Al decir de David Adler, co-coordinador general de la IP, esta reunión en La Habana tiene entre sus motivos de aliento a la Revolución cubana, que no se ha rendido y sigue abriendo espacios de diálogo para quienes quieren luchar la liberación económica de los pueblos. (Fuente: Prensa Latina)