Foto: Estudios Revolución
La Habana, 24 may (RHC) Vivimos momentos difíciles, pero no hay un minuto en que no se piense y no se combata por salir adelante. No se trata de una obra quijotesca contra los molinos, sino de la convicción de vencer que tiene la Revolución.
Esa batalla pasa por estar al lado de los que desde la tierra producen; los que están en la industria en busca de una solución, o en una investigación científica, sea desde las universidades o desde un centro de producción.
La víspera, en las montañas de Yateras, y en San Luis, el Presidente cubano, conversó con los pobladores, explicó la situación del país, aprendió, como él ha dicho otras veces, de las experiencias de hombres y mujeres que no esperan a que se caiga el bloqueo o venga un barco cargado de materias primas, para crear y vencer.
A eso llamó, allí, un pueblo despojado de derrotismos.
En la misma jornada, otro diálogo, como el que todos tenemos en casa, con el tema de los molestos apagones, se dio en el podcast Desde la Presidencia, que es como si el Presidente se sentara en nuestra sala, con sus invitados. Se habló, sin cortapisas, de uno de los problemas más acuciantes del país: las dificultades del Sistema Eléctrico Nacional.
Por Mayabeque estuvo el Primer Ministro, en intercambios similares, sobre lo que puede aportar la ciencia en la solución de los principales problemas de la vida de la nación.
Puede que no tengamos ahora electricidad suficiente, pero Cuba es una fuente de energía; por la firmeza, por la manera en que la dirección del país estimula a que la gente participe en la defensa y en la construcción del socialismo al que aspiramos. (Fuente: Granma)