La Habana, 24 abr (rhyc(cd/acn).- Cerca de un millón de personas están afectadas en Cuba por la intensa sequía que afronta el país desde finales de 2014, informó Abel Salas, vicepresidente primero del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH).
Añadió que actualmente unas 70 mil personas reciben el agua por carros cisterna, al depender de fuentes de abasto ya deprimidas y en su mayoría ubicadas en Santiago de Cuba, la provincia más golpeada por el fenómeno.
Al resto de esa población se les alargaron los ciclos de servicio de agua por la red, acotó el funcionario, quien a la vez comentó acerca de la vigencia de medidas en el país para enfrentar los embates de la falta de lluvias.
En recientes declaraciones sobre el tema se dio a conocer la cifra de 260 fuentes de abasto con afectación total o parcial en todo el país, localizadas principalmente en el territorio santiaguero.
De acuerdo con Salas, aunque los pronósticos de lluvia para el próximo mayo indican un comportamiento favorable de las precipitaciones en ese primer mes del período lluvioso, aún se debe hacer énfasis en la percepción de riesgos asociados a la sequía además de potenciar el uso racional y el ahorro de agua.
Entre las acciones para disminuir el impacto del fenómeno, sobre todo en las provincias más golpeadas, se han alargado los ciclos de abasto, junto con la construcción de nuevas obras emergentes como los trasvases, y la puesta en marcha del programa para la supresión de salideros.
Según el vicetitutar del INRH, se han disminuido los volúmenes de agua que se pierden a través de las conductoras, las redes de distribución y las intra-domiciliarias, además de los grandes canales de la agricultura.
De un 58 por ciento del líquido bombeado que se escapaba por esos sistemas, en la actualidad se fuga el 45 por ciento, precisó Salas.
Enfatizó, asimismo, en el uso productivo por los centros consumidores del sector estatal, localizados en las esferas de la agricultura, la salud y el turismo, los cuales ya aplican normas actualizadas para la planificación de los consumos cada año.
Antonio Vladimir Guevara, director del Centro del Clima del Instituto de Meteorología, ofreció consideraciones sobre los pronósticos de la temporada lluviosa, que comienza en mayo y se extiende hasta octubre.
De acuerdo con el experto, se prevé un comportamiento normal de las precipitaciones en el mes, “lo que implica probabilidad bastante alta de lluvias, acordes a la norma”.
Agregó que “los volúmenes acumulados no resolverán los déficits existentes, al requerirse precipitaciones sostenidas y suficientes para revertir el problema de la sequía hidrológica”, que se visualiza en embalses y acuíferos, los cuales no cuentan con los volúmenes necesarios para abastecer a la población.
A tono con los últimos reportes ofrecidos a la prensa, los embalses están a un 47 por ciento de su capacidad, por debajo de la media histórica para esta etapa del año, en tanto existen diez provincias con llenado inferior al 50 por ciento y los territorios con mayores descensos son Camagüey, Pinar del Río y Granma.