Panamá, 14 jun (RHC) El presidente panameño, Juan Carlos Varela, recibió al ministro cubano de Comercio Exterior e Inversión Extranjera (Mincex), Rodrigo Malmierca, y analizaron las posibilidades de fortalecer las relaciones económicas.
Las partes coincidieron en el potencial de intercambios comerciales y complementariedad, e identificaron que energía renovable, agroindustria, logística, turismo y embalajes, constituyen sectores viables para el trabajo conjunto, explicó Malmierca a Prensa Latina.
El titular antillano cumple desde el domingo una visita de trabajo que concluye este martes, durante la cual igualmente sostuvo entrevistas con su homólogo Arosemena, el presidente de la Cámara de Comercio, Industria y Agricultura de Panamá, Jorge García, empresarios de diversas ramas y otras personalidades políticas.
Cuba es un socio comercial estratégico clave en la región caribeña, afirmó en el Parlamento panameño el año pasado el exministro del Mici Melitón Arrocha, que aprobó el Acuerdo de Alcance Parcial entre ambas naciones, el cual generará oportunidades para todos los sectores productivos de los dos países, señaló el entonces titular.
Además, aseguró que "contribuirá a expandir y diversificar el comercio entre Panamá y Cuba, a través del mejoramiento del entorno y la seguridad jurídica de nuestros operadores comerciales".
A pesar de que el intercambio comercial entre Panamá y Cuba es mayormente de bienes no originarios y se realiza a través de la Zona Libre de Colón (ZLC), existen potencialidades para aumentar nuestras exportaciones, destacó el entonces titular ante los diputados.
En cuanto al acceso de mercancías panameñas al mercado cubano, con el Protocolo firmado lograron nuevas preferencias para 73 líneas arancelarias, algunas con el ciento por ciento, como aceite de palma y mantequilla, entre otros.
Igualmente el 80 y 30 por ciento para mercancías como sandía, puertas, ventanas y sus marcos, contramarcos y umbrales; camisetas de algodón y fibra sintética; papel higiénico, y envases metálicos, explicó.
El Gobierno de Cuba aceptó en el pacto incorporar la propiedad intelectual de forma más amplia, lo que refleja en su mayoría los intereses istmeños, como el reconocimiento de origen a los cafés Renacimiento, de Boquete, Seco y Seco de Panamá.