Kinshasa, 3 jun (RHC) Diez meses después de su detección, la X epidemia de ébola en la República Democrática del Congo parece imparable con más de mil 300 muertos, la cuarta parte de ellos niños.
El brote en varias localidades de las provincias de Kivu del Norte e Ituri dejó mil 994 contagiados, incluidos 94 probables, de ellos mil 339 fallecidos y 533 curados, de acuerdo con datos del Ministerio de Salud en su cuenta de Twitter.
Además de la imposibilidad de detener el avance de la enfermedad, a las autoridades locales y a la Organización Mundial de la Salud les preocupa el número inusualmente elevado de víctimas infantiles.
Más de una cuarta parte de los casos confirmados y de los probables identificados a principios de abril eran menores de 15 años, en comparación con el 18 por ciento del de África occidental (Guinea, Sierra Leona y Liberia) de 2013 y 2014, por mucho el más letal de la historia.
Entretanto, las fuentes sanitarias destacaron la decisión del Comité de Ética de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Kinshasa de permitir la vacunación a embarazadas después del primer trimestre y mujeres lactantes identificadas como contactos.
El pasado 23 de mayo, el referido Comité modificó el protocolo de vacunación con cinturón de seguridad para la vacuna rVSV-ZEBOV después que comprobara que del 26 de noviembre de 2018 al 26 de mayo de 2019, 319 mujeres embarazadas y 603 mujeres lactantes registradas como contactos no pudieron ser inmunizadas.
En tanto, mantuvo la inoculación a los menores a partir de los seis años de edad.
Además de la resistencia de la comunidad a los tratamientos contra el virus del Ébola, en la zona afectada operan varios grupos armados irregulares, que incluso han atacado centros de salud y personal directamente involucrado en la campaña.
Desde que se detectaron los primeros casos cerca de la ciudad de Beni (Kivu del Norte), el primero de agosto de 2018, y luego se extendiera a la vecina provincia de Ituri, las autoridades lograron que no se afectaran otras provincias o saliera de las fronteras nacionales, un peligro que no está descartado toda vez que en la zona existe un intenso tráfico transfronterizo cercano a Uganda y Ruanda.
Sin embargo, hasta el momento no se ha podido evitar que crezcan las localidades dentro de los dos territorios, pues mientras en agosto del año pasado apenas reportaban casos cinco de ellas, hoy el número es de 17 en Kivu del Norte y de siete en Ituri. (Fuente: PL)