La Habana, 3 abr (RHC) Cuba dispone de algoritmos de diagnóstico para evitar la existencia de falsos resultados de la COVID-19, pues se aplican el test rápido y la PCR -prueba de biología molecular con un margen de error muy pequeño- a los casos sospechosos, en distintos momentos, aseguró este viernes, el doctor Francisco Durán, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública.

En la conferencia de prensa que cada mañana brinda una actualización al pueblo de Cuba sobre la presencia del SARS CoV-2 en el país, el doctor explicó que todos los casos, independientemente de si son positivos o negativos, se mantienen en cuarentena teniendo en cuenta el tiempo de incubación del virus, y que, una vez cumplido el periodo, se repite la prueba.

Dijo que hasta el momento no ha sucedido en el territorio que un test dé negativo y que al repetirse en 15 días muestre el positivo, pero que previendo que pueda suceder, se toman las medidas pertinentes para un mayor control de la enfermedad.

Según Durán, hasta el momento no hay evidencia de que el coronavirus SARS CoV-2 se transmita a través de la picadura de mosquitos, pero igual toda prevención es poca, manifestó.

El experto insistió en que el autocuidado y evitar los malos hábitos dietéticos, el sedentarismo, el tabaquismo y el alcoholismo, parecen ser la mejor forma de frenar la COVID-19, en una Cuba con el 10 por ciento de su población padeciendo la diabetes, y el 30,9 por ciento con hipertensión, marcadores que influyen en una evolución tórpida de la enfermedad.

Precisó que según los estudios realizados, de las 10 primeras causas de muerte en Cuba, nueve son por enfermedades crónicas no transmisibles: cardiovasculares, tumores malignos, enfermedades cerebrovasculares, renales, y estas tienen como antecedente el grupo de factores de riesgo mencionados.

En un paciente, en caso de presentar tales factores de riesgo, y enfermedades crónicas no compensadas, las posibilidades de tener una evolución crítica o no favorable de la COVID-19 son más cercanas, insistió.

Aseguró que en Cuba hay un grupo de diagnosticadores, también conocidos como marcadores tumorales, que permiten detectar una posible enfermedad -daño vascular, el tumor de colon y de próstata-, pero no determina cómo va a evolucionar la COVID-19 en un paciente, por lo que ahora mismo el único marcador ante ese virus es la presencia de la hipertensión y la diabetes y su compensación en el momento de adquirirla.

La comunidad científica cubana trabaja en posibles tratamientos y candidatos vacunales para el SARS CoV-2, recordó, y comentó que hay adelantos en cuanto a una vacuna en China y Estados Unidos, aunque no es posible contar con una probada antes de 2021.

Ante la pregunta de qué elementos habría que tener en cuenta a la hora de decretar el fin de la pandemia en Cuba, explicó que sería importante esperar dos periodos de incubación máximos después del último caso confirmado, es decir, 28 días.

De igual forma, a nivel mundial el cese de la pandemia estaría en correspondencia con el cumplimiento de ese periodo en el último país que haya confirmado un caso, y ese cierre sería a nivel de naciones y regiones, indicó.

Como parte de la conferencia de prensa hizo una actualización de la situación nacional en cuanto a la COVID-19, destacando la confirmación ayer de unos 36 nuevos casos -de 803 muestras estudiadas, cifra récord en Cuba-, para un total de 269, la permanencia de tres mil 240 pacientes ingresados, mil 500 como sospechosos, y la vigilancia de 26 mil 500 personas desde la atención primaria de salud.

También informó que ayer arribaron al territorio nacional 97 viajeros cubanos, salieron 218 personas, y que 19 mil 387 extranjeros permanecen en Cuba, mil 740 en casas de arrendamiento, sobre todo en municipios de La Habana.

Respecto al contexto internacional, mencionó que el SARS CoV-2 ha provocado más de 920 mil contagios y 46 mil muertes en unos 178 países -166 de ellos con transmisión local-, siendo Estados Unidos el epicentro actual de la pandemia.