Naciones Unidas, 13 ene (RHC) El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) insiste hoy en la necesidad de mantener las escuelas en funcionamiento o priorizarlas en los planes de reapertura, teniendo en cuenta medidas sanitarias.
A medida que los casos de Covid-19 continúan en ascenso en todo el mundo, el cierre de los centros de enseñanza debería ser una medida de último recurso, señaló en un comunicado esa agencia de ONU.
Este año, Unicef prevé que el número de menores no escolarizados aumente en 24 millones, un nivel que no se registraba hacía años.
Muchos países optaron por mantener las escuelas cerradas, algunas durante casi todo el 2020, a pesar de la evidencia de que esas instituciones no son un motor de propagación de la pandemia, resaltó el texto.
La directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, pidió no escatimar esfuerzos para mantener a los niños en la escuela, ya que la pandemia continúa en un segundo año.
El costo de los cierres de esos centros resulta devastador, subrayó, el 90 por ciento de los estudiantes en todo el mundo enfrentó esa medida durante el 2020, y más de un tercio quedó sin acceso a la educación remota.
'La capacidad de los niños para leer, escribir y hacer matemáticas básicas ha sufrido, y las habilidades que necesitan para prosperar en la economía del siglo XXI han disminuido'.
Alertó Fore, mantener a los niños en casa pone en riesgo su salud, desarrollo, seguridad y bienestar, y los más vulnerables son los más afectados.
Muchos menores, sin tener ya acceso a las comidas escolares, pasan hambre y su nutrición empeora, lamentó y llamó a tomar medidas para enfrentar esos problemas y darle más protección a los niños.
Sin la red de seguridad que la escuela ofrece a menudo, muchos niños son más vulnerables al abuso, el matrimonio y el trabajo infantil.
A juicio de la directora ejecutiva de Unicef, si los menores se enfrentan a otro año de cierre de escuelas, los efectos se sentirán en las generaciones venideras.
(Prensa Latina)