Pinar del Río ya no es la Cenicienta

Editado por Martha Ríos
2017-07-18 14:04:33

Pinterest
Telegram
Linkedin
WhatsApp
Vueltabajo exhibe un rostro contemporáneo, aunque perduran los aires coloniales. Foto: Archivo

Por Evelyn Corbillón Díaz

Durante mucho tiempo y en décadas pasadas, Pinar del Río fue considerada la Cenicienta de Cuba, por las condiciones de atraso en que vivían sus pobladores y el desinterés de los gobiernos de turno en impulsar obras de beneficio para los vueltabajeros.

La Cenicienta pasó a ser un calificativo que le venía como anillo al dedo, sobre todo si recordamos al personaje del cuento con múltiples versiones en el orbe, la más conocida en el occidente, la del francés Charles Perrault, que narra la historia de una huérfana en harapos sometida al trabajo doméstico por la madrastra y sus hijas.

Las cifras alarmaban antes de que el primero de enero de 1959, Fidel Castro emprendiera una revolución socialista que devolvió a todos los nacidos en Cuba el derecho a la dignidad, la igualdad de oportunidades y la dicha de sentirse realmente humanos.

Por solo citar algunos guarismos alarmantes, vale destacar que por cada mil nacimientos, poco más de 60 niños morían, debido a las condiciones de insalubridad y la inexistencia de programas que garantizaran el bienestar de la gestante y su bebé.

De igual modo, la esperanza de vida no sobrepasaba en la mayoría de los casos los 53 años de edad; sin dudas, realidades contrarias a las de hoy.

Contar con un médico por cada dos mil 500 habitantes, limitaba en gran medida las posibilidades de asistencia, sobre todo para los pobladores de comunidades rurales o personas de bajos ingresos, quienes morían de enfermedades curables o por la ausencia de servicios dirigidos a todos.

Ahora la proporción médico- paciente marcha a uno por 162 personas, según fuentes del Consejo de la Administración Provincial.

Al cierre de 2016, esta región del archipiélago antillano alcanzó la más baja tasa de mortalidad infantil de Cuba- 2.1 por cada mil nacidos vivos- y la menor de la historia de la provincia, gracias al esfuerzo conjunto de médicos, enfermeros y especialistas, por contribuir a la felicidad de la familia.

Del 30 por ciento era el índice de analfabetismo y desde Guanajay hasta Guane- municipios que delimitaban el territorio antes de 1976- solo existían mil 422 graduados universitarios.

A 45 años de la institucionalización de los estudios superiores en la tierra del mejor tabaco del mundo, ya se registran 61 mil 719 profesionales en 76 carreras, con una significativa presencia de las féminas; y mil 423 extranjeros, muestra irrefutable de los valores del pueblo.

Hablar de electrificación de las viviendas constituía utopía para quien no podía pagarla, de ahí que solo el 27,8 por ciento tenía energía.

Actualmente el 99,56 dispone de las bondades de la corriente eléctrica y la diferencia será anulada cuando culmine la instalación de módulos solares fotovoltaicos en hogares intrincados y dispersos de la provincia.

Hoy Vueltabajo exhibe un rostro contemporáneo, aunque perduran los aires coloniales, cubiertas rojizas y muchos de los espacios concebidos antaño para distintos fines sociales.

También el constante ir y venir de su gente distingue las calles en un terruño que avanza con el paso de los años, mientras resaltan la inquebrantable calidez y el sentido de pertenencia de sus pobladores.

Entre escombros, arterias que lucen un nuevo rostro y la persistencia cotidiana de sus hombres y mujeres, Pinar del Río se levanta este 2017 motivado por la sede del acto central por el día de la Rebeldía Nacional y los 150 años del otorgamiento del título de ciudad.

(Tomado de la ACN)



Comentários


Deixe um comentário
Todos os campos são requeridos
Não será publicado
captcha challenge
up