La segunda existencia de Haydée y Melba (+Fotos, +Video)

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2019-02-20 07:24:12

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Foto: Internet/ACN.

Por: Jorge Wejebe Cobo

La Habana, 20 feb (RHC) El sábado 20 de febrero de 1954 las heroínas del Moncada Haydée Santamaría y Melba Hernández transitaron en solitario los más de 100 metros que las separaban de la libertad y salieron por la verja del Reclusorio para Mujeres en Guanajay.

La escritora y periodista Marta Rojas, testigo excepcional del acontecimiento, recogió para la historia como iniciaron esa nueva etapa de lucha ambas revolucionarias.

“Lo primero que hicieron las dos, apenas saliendo, fue preguntar por Fidel, y cuando les preguntamos a ellas: ¿qué van a hacer ustedes ahora?, respondieron al unísono y muy seguras: ¿Ahora?, ¡empezar de nuevo, seguir!, porque tenemos una deuda muy grande con los hermanos muertos!”.

Melba conoció a Haydée y a Abel Santamaría Cuadrado en abril de 1952, después del golpe de Estado de Fulgencio Batista y comenzarían entre los tres una sólida amistad basada en los mismos ideales de la resurrección nacional y total coincidencia con los postulados y estrategia revolucionaria del entonces joven de 25 años, Fidel Castro.

Desde de esa época, aquellas muchachas de apenas 32 años se incorporaron a la preparación de un nuevo movimiento revolucionario, en la proyección de las bases teóricas de sus acciones, elaboración de planes, recolección de armas, uniformes y demás tareas de aquel grupo de jóvenes que a diferencia de timoratos, oportunistas y traidores, llevarían adelante una verdadera Revolución social, tantas veces frustrada en 50 años de seudorrepública.

Haydée y Melba fueron las únicas mujeres que participaron en la acción como integrantes del grupo del doctor Mario Muñoz en la toma del Hospital Saturnino Lora, combatiendo en la retaguardia, justo a la entrada de la instalación.

Las hicieron prisioneras y las encerraron en las mazmorras de la fortaleza donde presenciaron las torturas y las muertes de sus compañeros, entre los que se encontraban el hermano de Haydée y segundo jefe de esa acción, Abel; así como el novio de Melba, Boris Luis Santa Coloma.

En el juicio las jovencitas desconocidas para el pueblo cubano como la mayoría de los jóvenes moncadistas, denunciaron con valentía los crímenes cometidos por la dictadura contra los atacantes.

Haydée tiempo después, al recordar esos acontecimientos y el regreso a la libertad, expresó: “Y fue vivir otra vez, fue luchar otra vez, fue la acción otra vez, fue otra vez la vida”.

Y esa segunda existencia que iniciaron al salir de la cárcel, la vivieron intensamente con la misma decisión que las hizo integrar desde el propio golpe del 10 de marzo en 1952, el núcleo de la Juventud del Centenario que atacaría el Cuartel Moncada el 26 de julio de 1953.

Fidel les asignó desde la cárcel la tarea fundamental de imprimir clandestinamente y repartir por todo el país “La Historia me Absolverá”, la autodefensa y programa del Moncada que el líder revolucionario expuso ante el tribunal que lo juzgó.

Melba y Haydée la cumplieron con gran inteligencia y valor para burlar la vigilancia del régimen.

Después vendría la salida de Fidel y sus compañeros de la cárcel, la reorganización del movimiento 26 de Julio, la recaudación de fondos, la lucha en la clandestinidad y la Sierra Maestra, etapas en las cuales ellas mantuvieron un lugar de vanguardia, a pesar de las desgarraduras internas y golpes sufridos en esos difíciles años de lucha.

Con el triunfo de la Revolución el Primero de Enero de 1959, Haydée y Melba se consagraron con iguales energías y dedicación a la construcción de una nueva sociedad como la vislumbraron cuando todo parecía una lejana quimera en aquella gloriosa alborada del 26 de julio de 1953. (Fuente: ACN)

Fotos: Internet.
Fotos: Internet.
Fotos: Internet.

 



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