Rayonera de Matanzas: Costaba 9 millones y míster Hedges la vendió al gobierno batistiano en 16 millones (+Fotos)

Editado por Lorena Viñas Rodríguez
2020-03-11 09:05:59

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El Ministerio de Recuperación de Bienes Malversados confiscó 22 empresas a los hermanos Burke y James Hedges. Foto: Granma.

La Habana, 11 mar (RHC) Cuando el Ministerio de Recuperación de Bienes Malversados confiscó 22 empresas a los hermanos Burke y James Hedges, se corroboró lo que se comentaba durante años: la complicidad del dictador Fulgencio Batista, con esos empresarios estadounidenses, quienes realizaban fraudulentas «operaciones financieras» como la venta de la Rayonera de Matanzas, cuyo valor era de 9 millones de pesos y el gobierno batistiano la compró vergonzosamente por la suma de 16 millones.

El tirano conocía a los hermanos «americanos» desde hacia tiempo y mantenía con ellos una estrecha relación, tanto es así que cuando se hace del poder a la fuerza por medio del golpe de Estado, el 10 de marzo de 1952, inmediatamente nombró a uno de ellos, a Burke, primero, como Consejero Consultivo, y más tarde, como embajador de Cuba en Brasil. Es decir, que la representación diplomática de los cubanos en ese país la ostentaba un ciudadano yanqui amigo de Batista.

Al amparo y en connivencia con el régimen batistiano los Hedges se enriquecieron estafando al Estado cubano en innumerables «operaciones» que realizaron principalmente en la rama textil. En una de ellas sus abogados se las ingeniaron para ocultar y certificar que sus empresas eran incosteables, lo que realmente era todo lo contrario.

10 de marzo 1960 Foto: Periódico Revolución.

Por esta falsa declaración el Fondo Textil desembolsó nada más y nada menos que siete millones y medio de pesos por «compensaciones salariales y subsidios a obreros», beneficios que solo se aplicaban a empresas incosteables. Parte de este dinero fue repartido por los Hedges entre un selecto grupo de políticos batistianos que los amparaban en sus ilícitas actividades.

También el Fondo Textil le acreditó 382 mil pesos para que fueran utilizados en la «lucha contra el contrabando», pero no fue así. Existen pruebas documentales de que el dinero fue repartido entre abogados, políticos batistianos, funcionarios de Aduanas y personal de los consulados cubanos en Nueva York y Miami, a quienes se les daba 2,000 pesos mensuales para que se hicieran de la vista gorda.

Otra de las fraudulentas tramas favoritas del clan Hedges eran los impuestos. Evadían el pago de impuestos en sus empresas falseando las cifras reales de sus utilidades. Se detectó que en la textilera Ariguanabo por este concepto burlaron y perjudicaron al fisco por «un cuarto de millón de pesos».

También con el propósito de evadir el pago de aranceles sobre utilidades, jamás contabilizaron las cantidades que recibían de Estados Unidos por ajustes del precio del algodón, y que -según los libros ocupados-, ascendieron a 250 mil pesos.

22 de diciembre de 1959 Foto: Periódico Revolución.

La compra de la Rayonera

Pero lo más increíble ocurrió con la Rayonera de Matanzas, cuya construcción comenzó en 1946 y terminó en septiembre de 1948. Su inversión ascendió a $15,740.000, de ellos The First National Bank of Boston prestó $9,155.000.

Como la empresa comenzó a presentar serias dificultades financieras que no lograba controlar, los Hedges solicitaron  y obtuvieron el 13 de marzo de 1953 un préstamo del BANFAIC por $6,650,000 pesos.

Sin embargo,pasó el tiempo y como no pudieron liquidar los adeudos del préstamo original con The First National Bank of Boston ni con el que luego les otorgó el BANFAIC, los yanquis, «amigos» de Batista solicitaron y obtuvieron del BANDES un nuevo préstamo por la enorme suma de $16,500,000, pesos, el 30 de agosto de 1957, que se le otorgó a la Compañía Industrias Consolidadas de Matanzas S.A.

Pero hay más, en una ladina jugada financiera, los abogados de los hermanos Hedges constituyeron la Compañía Industrias Consolidadas de Matanzas S.A., la que era, de acuerdo a lo publicado por el colega Guillermo Jiménez Soler, en su libro Las Empresas de Cuba 1958:

«Una ficción jurídica ideada para salvar, mediante altos financiamientos paraestatales, a las industrias gravadas con altas obligaciones de la familia Hedges, muy relacionadas con Fulgencio Batista. Era arrendataria de la Compañía Rayonera Cubana S.A., y de sus dos filiales, Compañía de Fomento Químico S.A.,y Compañía Químico Comercial de Cuba S.A, propiedad de la familia Hedges, y representaba a varias firmas norteamericanas y británicas productoras de materias primas y sustancias químicas».

Rayonera de Matanzas. Foto: Periódico Revolución.

Y aquí viene lo increíble. Los funcionarios del Ministerio de Recuperación de Bienes Malversados entre la documentación que  ocuparon, encontraron registros contables que certificaban que el valor real de la Rayonera era de 9 millones de pesos, y el BANDES se la compró a los Hedges por 16 millones y luego se la arrendó, a ellos mismos por 50 años.

¿Y cómo supo el BANDES el costo de la fábrica? Muy sencillo. Entre ladrones se resuelve todo. Los yankis para darle un viso de “legalidad”  a la operación financiera contrataron a la Rayon Consultante Inc., una firma de Nueva York para que realizara los trabajos de tasación de la fábrica.

La firma cobró por su trabajo más de 50,000 mil pesos. Pero la imparcialidad fue puesta en duda porque esa empresa casualmente también pertenecía a los Hedges. Ellos eran dueños de 25 mil acciones de esa empresa, que aparecieron en una caja de seguridad del Banco de Boston. El informe era una estafa más.

Las relaciones de los americanos con la tiranía batistiana eran tan estrechas que, en plena lucha insurreccional, cuando aparecían en nuestras ciudades los cadáveres de jóvenes torturados, Batista designó a Burke Hedges como Comandante Honorario de la Policía Nacional.

Fuentes:

Periódico Revolución,  22 de diciembre de 1959 y 10 de marzo de 1960

Las Empresas de Cuba 1958, Guillermo Jiménez Soler, pag. 371, 564 y 565. (Fuente: Granma)

Textilera Ariguanabo. Foto: Periódico Revolución.

 



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