Elecciones en EE.UU.: La imagen de la república de Weimar en mi cabeza

Editado por Martha Ríos
2016-11-14 18:28:09

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Donald Trump. Foto: Archivo

Por Paquita Armas Fonseca

No puedo evitarlo: desde hace unas horas tengo a la república de Weimar en la cabeza. Estudié mucho ese período alemán (1919-1933) porque no podía entender como la tierra de Goethe, Hegel, Marx, Engels, por sólo nombrar algunos alemanes ilustres, pudo parir al nazismo.

El por qué de ese parto tiene siempre, sigo siendo marxista, razones económicas en última instancia, aunque, se sabe, que existió un caldo nacionalista, espesado por el humillante tratado de Versalles, que condujeron a que las elecciones parlamentarias de Alemania realizadas el 31 de julio de 1932, dieran al partido nazi como ganador, aunque sólo lo apoyaba el 38% del electorado.

El resto se ha divulgado mucho aunque no creo que se hayan sacado todas las experiencias que aporta aquel hecho.
Supongo que Usted, amigo lector sepa ya porque tengo a la república de Weimar en mi mente: hace tres meses, y muchos más, un año atrás, pocas personas podían apostar porque Donald Trump sería electo como el presidente 45 de Estados Unidos.

Claro, de todas maneras, no fue el más popular según las cifras que se manejaban al amanecer de este miércoles nueve. Por su rival Hillary Clinton votaron más norteamericanos, pero por su cacareado sistema electoral eso no importa: Trump ganó más votos por estado, y para colmo con una cámara de representantes y un senado republicanos.

Para el abogado José Pertierra, según expresó en su cuenta de Facebbok, “Es espantoso que haya ganado Trump, pero más espantoso es que 58 millones de estadounidenses hayan votado a favor del odio, la intolerancia, la indecencia, la xenofobia y el racismo.”

En tanto anoche la página web de migración de Canadá colapsó por los resultados electorales. Ya Cher, Bryan Cranston (Breaking Bad), Barbra Streisand, Miley Cyrus, Whoopi Goldberg, Samuel L. Jackson y otras celebridades habían anunciado que se irían a vivir a Canadá si el multimillonario llegaba al poder. Si lo hacen o no el futuro próximo lo dirá, pero sí hay muchísimos norteamericanos tratando de irse al país vecino.

El voto a Trump significa muchas cosas, pero en mi opinión (que no soy una experta) expresa el cansancio de un país por un sistema político que promete siempre más de lo que puede ofrecer. Le sucedió a Barak Obama por situar el ejemplo del último y actual mandatario.

Pero es pavoroso que se vote por un hombre marcadamente machista, racista, xenófobo, inculto, que sólo habla de dinero, según su campaña electoral. Digo según su campaña porque no siempre lo que se dice para conseguir el voto, es lo que luego se realiza.

Es terrible pensar que el botón rojo esté al alcance de un dedo que puede acabar en un instante con un país musulmán o que puede ordenar el destrozo de una aldea africana.

Con Cuba, espero

Trump es ante todo un hombre de negocios, que si ve un filón en nuestro país, no le temblará la mano para derogar decretos que afectan a algunos de sus compatriotas y pueden, incluso llevar al fin del bloqueo.

Algo dijo de eso en su campaña, pero también se reunió con los veteranos de Bahía de Cochinos.

Habrá que esperar pero con Julius Fucik digo “Hombres, os he amado. ¡Estad alerta!”, hoy no se me puede quitar la república de Weimar de mi cabeza.

 



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